Oscar Wilde llenó las páginas de la historia literaria con ensayos, novelas, dramas y poemas inolvidables. Salió en defensa del esteticismo y temas sociales en sus ensayos y obras diversas, hacia la década de 1890. Dramaturgo, novelista y poeta británico de prestigio, sus obras fueron adaptadas y representadas en teatro con mucho éxito a nivel internacional.
Biografía
Su nombre completo era Oscar Fingal O’Flagertie Wills Wilde, nacido en Dublin (Reino Unido para la época), el 16 de octubre de 1854.
Sus padres fueron unos destacados intelectuales en Dublin, su padre, experto cirujano en otología y oftalmología, William Wills-Wilde y su madre, la escritora y poetisa irlandés, Jane Frances Agnes Elgee, conocida también como Lady Jane Wilde o Esperanza. Oscar vivió una infancia feliz y tranquila. Hablaba francés y alemán con gran fluidez, gracias a sus padres.
Estudios
Primeramente recibió educación en casa hasta los nueve años de edad. A los 10 años, ingresó y estudió en la Portora Royal School de Euniskillen, Irlanda (1864-1871), en el Trinity College de Dublín (1871-1874). Mientras estuvo en el Trinity College, jamás se le escuchó opinar sobre temas sociales, religiosos o políticos. Estaba concentrado en estudiar lo mejor de la literatura inglesa, humanidades y letras.
Estudió con R. Y. Tyrell, Arthur Palmer y Edward Dowden. Conoció a J.P. Mahaffy, quien fue su tutor más adelante y le enseñó la literatura griega. Trabajaron juntos en “La vida Social en Grecia” y en trabajos sobre poetas griegos, que le hicieron merecedor de una medalla de oro Berkeley, el mejor premio que le otorgaban a los estudiantes de clásicos en ese Colegio.
Más tarde, en 1874, gracias a una beca, se inscribió en el Magdalen College de Oxford, en el que tuvo mucho más éxito que en Trinity College. Se graduó con altas calificaciones y reconocimientos en Estudios Clásicos, tanto en los Moderations (Mods) que son los más difíciles del mundo, como en los Greats (Grandes) de aprendizaje.
Licenciado en letras
Estuvo en este instituto desde 1874 al año 1878, allí recibió el título de Bachelor of Arts y el Premio Newdigate de poesía, que gozaba de gran prestigio en la época, con una composición dedicada a Ravena, obra que recitó ante un público entusiasta, haciéndose conocer como una personalidad importante dentro del ámbito universitario.
Fueron cuatro intensos años, pero no de estudio, ya que el poeta irlandés los dedicó primordialmente a cultivar sus “relaciones sociales”, iba de fiesta en fiesta, lo que hizo que se quedara sin dinero a los pocos días de iniciado cada mes. El dinero se lo consumía en miles de extravagancias, compraba trajes tan impecables como excéntricos, o lo gastaba en cualquier cosa que lo convirtiera en tema obligado de conversación.
Con todo eso y ante el asombro de condiscípulos y profesores, logró culminar la carrera. Nadie podía comprender de dónde había sacado tiempo para estudiar. Wilde tenía una excelente memoria y retención, que le facilitaba la comprensión de los temas a estudiar.
Sus tutores Walter Pater y John Ruskin, lo influenciaron en la naciente corriente de la filosofía del esteticismo. En apoyo a esta corriente publicó un libro de poemas, dictó conferencias en los Estados Unidos y en Canadá sobre el “arte por el arte”, que sentó las bases del “dandismo”. También ofreció charlas sobre el Renacimiento inglés.
Mientras estudiaba en Oxford, Oscar Wilde viajaba frecuentemente. En 1876 falleció su padre. En 1877 visitó Italia y Grecia, tiempo en el que también ya publicaba sus primeros poemas en varios periódicos y revistas, que fueron posteriormente reunidos en su obra Poemas, en 1881.
En Francia, durante el año 1883, conoció a Paul Verlaine, poeta francés y otros escritores conocidos de la época. Estudió profundamente el catolicismo, que le fue de gran utilidad mientras estaba en su lecho de muerte. (Ver artículo: Ana Bolena)
Empleos
Fue el editor de la revista femenina Woman’s World, entre 1887 y 1889. Publicó “El principe feliz”, libro de cuentos que tuvo gran receptividad en el público y lo motivó a publicar sus otras obras inéditas. A principios de la década de 1890, produjo cuatro «comedias divertidas para gente seria» que lo convirtió en uno de los más exitosos dramaturgos del Londres victoriano.
El éxito conseguido en la universidad y en círculos sociales, le hizo comprender que había llegado la hora de poner en práctica sus proyectos. Su nombre ya era conocido en Londres y se dirigió hacia allá, tal cual General precedido por la fama de sus victorias.
En Londres trabajó como periodista y frecuentó los círculos culturales y sociales de moda. Continuó con sus ciclos de charlas y conferencias que fueron muy bien recibidos.
Matrimonio
Luego de obtenido su título en Oxford, Wilde volvió a Dublin. Allí se enamoró de Florence Balcombe, pero ésta se casó con Bram Stoker, novelista y escritor irlandés, en 1878. Esto lo condujo a abandonar Irlanda para siempre, sólo regresó dos veces, por asuntos de trabajo. Se fue a Londres, París y Estados Unidos por espacio de seis años, países en los que dictaba sus conferencias.
Se casó en Paddington, Londres, en 1884, con Constance Lloyd. Ella era hija de Horace Lloyd, consejero de la reina Victoria, razón por la que obtuvieron una dote de 250 libras, que les permitió vivir cómodamente, con algunos lujos.
Cyril, su primer hijo, nació en Junio de 1885 y Vyvyan, el segundo, nació en noviembre de 1886. Más adelante, Constance y sus hijos renegaron del apellido Wilde, por los escándalos en que se vio envuelto en 1895. Constance nunca se divorció de Oscar, aun cuando éste fue obligado a renunciar a la patria potestad de sus dos hijos.
Amores ocultos
Wilde vivió en una sociedad que condenaba la homosexualidad, esto hizo que tomara el camino del matrimonio. Luego de varios romances, se casó con Constance Lloyd a los 29 años. Constance era una mujer bella, educada y leal, que intentó comprender su inclinación sexual durante cierto tiempo.
Iniciaron una vida marital, procrearon dos hijos, que deterioraron la imagen física de Constance, por lo que él rechazaba cualquier contacto y la convenció para que no tuvieran relaciones sexuales.
La vida de Wilde cambió en 1886; conoció a Robert Ross, un muchacho de diecisiete años, quien lo sedujo y se convirtió en su amigo y albacea literario, con el que fue incondicional hasta el final. Descubrió el placer y la alegría del sexo entre hombres.
Hoy día su homosexualidad es conocida y comentada en forma normal, pero en Londres, para ese siglo XIX era un delito penado con la cárcel, incluso con la pena de muerte, hasta 1828. Wilde estuvo siempre rodeado de jovencitos a quienes llenaba de regalos y muestras de cariño, esto se le atribuía, hasta entonces, a su carácter excéntrico.
Hasta 1895, año en que tuvieron lugar los juicios por indecencia y sodomía, primer paso hacia la lenta y desgraciada muerte de esta carismática figura.
Lord Alfred Douglas
Mención aparte merece la historia de Lord Alfred Douglas y Oscar Wilde, marcó un antes y un después en la vida de éste último, de estar en la gloria a caer en el precipicio y el infierno.
Alfred conoció a Oscar cuando tenía 21 años, en 1891. Oscar le llevaba más de 15 años de edad. Para ese momento, Wilde tenía exceso de peso, los dientes estropeados, supuestamente por el mercurio que debía tomar para curar la sífilis.
Pero Oscar compensaba todos esos defectos con su conversación brillante y su ingenio. Alfred idolatraba a Wilde, lo consideraba un hombre brillante, exitoso y parte del mundo artístico.
Juntos en Londres
Ejercieron juntos la prostitución masculina, durante la época victoriana, en Londres. Wilde decía de esta actividad que era como “cenar con panteras”, por el alto grado de peligrosidad que corrían. Wilde le escribía cartas a Alfred, algunas de estas fueron a parar a manos de Albert Wood, prostituto también, quien se aprovechó de extorsionarlos, pidiendo una alta suma de dinero para devolverlas.
Alfred, un joven poeta, también llamado “Bosie”, que significaba “niñito”, tenía cara de niño, con ojos azules, extremadamente atractivo y de comportamiento infantil, que irritaba a Wilde. Muchas veces le absorbía tanto tiempo que no podía escribir sus obras.
Se decía que Alfred no quiso nunca a Oscar, sólo se aprovechaba de su dinero, su fama y generosidad. La madre de Bosie trató infructuosamente de detener esa relación, le decía a Oscar que su hijo tenía dos grandes defectos: su vanidad y su extremado amor a despilfarrar el dinero.
Wilde vivió años de gloria entre 1892 y 1895, cuando logró gran éxito con sus obras “El abanico de Lady Windermere” y “La importancia de llamarse Ernesto”. También vivió días terribles, atormentado por su homosexualidad, a veces parecía querer autodestruirse.
Conoció al marqués de Queenberry, aristócrata y pionero del boxeo, padre de Alfred, en una cena en la que coincidieron los tres. Alfred se retiró. Después de ese encuentro, le fue prohibido a Alfred frecuentar a Oscar, por temor a que estuviera manteniendo una relación amorosa con él. Su padre dijo: «No sé si lo es, pero lo parece, y eso es igual de malo«, refiriéndose a la homosexualidad del escritor.
Bosie se negó a tal petición y comenzó la persecución contra el escritor Oscar Wilde. El marqués usando sus influencias, amenazó a los dueños de restaurantes con darles una paliza si permitían el acceso a la pareja; trató de boicotear el estreno de una obra de Wilde; se presentó en casa del escritor a formar un escándalo. Todo esto le estaba causando gran malestar a Wilde y estaba perdiendo la paciencia.
El marqués se atrevió a insultar y acusar a Wilde de sodomita, en un club social que frecuentaban, a lo que Oscar respondió con una denuncia legal contra su perseguidor, sin imaginar que esta situación se revertiría pronto en su contra.
El padre de Alfred contrademandó y ganó por presentar pruebas de la homosexualidad de Oscar Wilde, lo que era considerado un delito en aquella época. Lo juzgaron y condenaron bajo el delito de indecencia y sodomía, por unas cartas que presentaron, para perjudicarlo.
Características
No se sentía atraído por las diversiones comunes, preferidas por sus amigos y compañeros: odiaba el tenis, el fútbol y la natación; y esta actitud la veían extraña sus coetáneos y le granjeó el desprecio de muchos de ellos. Su aspecto no denotaba nada del “tímido y gentil poeta” que pretendía ser. Era alto y robusto, de anchas espaldas y manos enormes.
Estaban de moda los encuentros pugilísticos, entre los jóvenes de su misma edad y clase social. Wilde juzgaba “poco conveniente para un poeta” participar en este tipo de actividades. Sólo una vez se enfrentó a golpes con un compañero, quien se atrevió a despreciar uno de sus poemas. Oscar lo venció, en un abrir y cerrar de ojos, con un par de puños bien colocados, dejando atónitos a los presentes.
Poseía un ingenio mordaz, carácter frívolo, audaz, agudeza mental, brillante conversación y modo de vestir extravagante, que lo hizo famoso en los círculos donde se desenvolvía, sobre todo en el Londres de la época.
Wilde fue un tipo incómodo, incluso para sus amigos y compañeros de oficio. Se hizo famosa la conversación que cruzó con Sarah Bernhardt, la actriz de teatro más famosa de su época:
—Queridísima Sarah, ¿le molestaría mucho que me fumara un cigarrillo? —le preguntó Wilde.
—De ninguna manera —le respondió la actriz—. Tampoco me ofendería si decide usted quemarse por completo.
Éxito londinense
Una vez en Londres, el éxito no se hizo esperar. El público lo adoró, se le entregó desde el primer día. Wilde, además, era el mejor publicista de sí mismo, siempre se las arreglaba para estar en primera plana, ser la atracción principal, ayudado, claro está, por sus extrañas conductas y modales, sus absurdos atuendos y a su punzante y mordaz humorismo.
El famoso poeta, Wilde, se paseaba por Londres con un lirio en la mano. No se trasladaba más de cien metros sin recurrir a un coche de caballos, siempre, eso sí, de que el conductor tuviera “aspecto agradable y señorial”. Pronto atravesó el Atlántico. Fue invitado a visitar los Estados Unidos, con el objetivo oficial de dictar una serie de conferencias, pero en realidad los americanos querían verlo, conocerlo.
Wilde charló hasta por los codos, de arte, de poesía, elegancia y hasta de muebles, ante un público que le oía y caía rendido ante él, cada vez con mayor entusiasmo.
En el curso de su viaje llegó a conocer el legendario Oeste, allí supo ganarse a los rudos “cow-boys” que habitaban en las ciudades fronterizas. Poco sabían o comprendían su lenguaje, pero había algo que les llamaba poderosamente la atención y producía intensa admiración: la imagen de aquel “dandy” inglés, siempre con una flor en el ojal, que sabía beber como una esponja y también comía como un buey.
A juicio de los “cow-boys”, este comportamiento constituía la mejor prueba de que estaban frente a un hombre cabal.
Lamentablemente el éxito terminó por subírsele a la cabeza. Sucumbió a todas las extravagancias, gastó dinero en exceso, siempre estaba agobiado por deudas. “El dinero —decía— está hecho para ser gastado. Ahorrarlo equivale a desperdiciarlo”.
Esta conducta le enajenó las simpatías del público. Siempre alegaba que “lo más difícil es no hacer nada; lo más difícil y lo más intelectual”. Así fue, se dedicó a frecuentar compañías de dudosa conducta y respetabilidad: aquí marcó el principio de su decadencia.
Wilde fue el actor de una carrera meteórica, con un cenit que duró apenas cinco años, específicamente desde 1891, con la publicación de su obra “El retrato de Dorian Gray” hasta 1895, con “La importancia de llamarse Ernesto”, justo cuando empezó su proceso legal.
Esos cinco años Wilde gozó de todo lo que pudo y quiso tener, pero también lo perdió todo. Al final, lo único que le quedó, su poesía, fue la que le permitió desahogarse y expresar las graves y penosas experiencias por las que tuvo que atravesar en su vida.
Libros de Oscar Wilde
Casi todas sus obras se enfocaban en criticar y condenar la hipocresía de sus contemporáneos, lo que resultó en éxito seguro entre sus lectores. Su agudo ingenio y epigramas derrochados en sus obras le dieron gran aceptación y fama en los círculos sociales del momento. Esto le dio oportunidad de desarrollar temas sociales combinados con detalles estéticos y reflejarlos en obras de teatro.
Una de sus obras más controversiales, narración publicada en fascículos y reeditada en libro más adelante, fue “El retrato de Dorian Gray”. Esta única novela le ganó las más feroces críticas de los puritanos y conservadores quienes alegaban que Wilde había tergiversado el tema de Fausto. Combinó en esta novela temas de decadencia, belleza y duplicidad.
“El retrato de Dorian Gray”
Los críticos literarios han opinado que Oscar Wilde con esta obra utilizó el arte en su personaje, su interrelación con el insconciente, cómo puede éste convertirse en tabú, así como el uso de destacadas referencias de Aristóteles, Shakespeare y Platón.
Su personaje, Dorian Gray, no se preocupa por trabajar, por obtener satisfacción personal, como estaban acostumbrados los escritores de la época victoriana, a reflejar en sus personajes.
Wilde lo posiciona más hacia el placer y el esteticismo, que llevaron a los investigadores literarios a llamarlo como una naciente modernidad. Wilde también expresa un conflicto existencial que tenemos todos los humanos y que será el propulsor de las acciones a tomar por Dorian Gray. Esta obra fue publicada el 20 de junio de 1890.
Salomé
Esta obra fue publicada en francés en 1891, tres años después fue traducida al inglés y al español en 1902. De género Tragedia (forma literaria teatral o dramática), constaba de un solo acto en el que mostraba de manera muy personal, la historia bíblica de Salomé, princesa, hija de Herodes. Perturbó igualmente a la crítica y sociedad puritana británica, por haber incluido personajes bíblicos.
Le causó problemas para su presentación en Londres, porque estaba prohibido representar temas bíblicos. Pero realmente el veto se produjo por lo escabroso del tema. Finalmente se presentó la obra en París, retocando algunas partes muy atrevidas, como por ejemplo, una relación homosexual, que tuvo que modificar incorporando a una mujer.
En otros países se presentaba en salas privadas, por no permitirse en forma comercial. Se estrenó en el Teatro Savoy, en Londres, el 5 de octubre de 1931.
El príncipe feliz
Es un cuento del libro “El príncipe feliz y otros cuentos”, publicado en 1888. De género narrativo, es una obra breve con un solo tema, se destacan dos corrientes literarias, el realismo y el naturalismo. Narra la historia de una estatua feliz (el príncipe), viviendo en una sociedad injusta, basada sobre la realidad social que vivía Europa en ese momento, consecuencia de la revolución industrial. Los ricos más ricos, los pobres muy pobres.
Hay una golondrina que forma parte del cuento y da el mensaje final de Wilde, quien siempre criticó la burguesía, la hipocresía, aristocracia y las grandes diferencias sociales. A continuación un pasaje revelador del tema del cuento:
“…Y la golondrina voló sobre la gran ciudad y vio a los ricos descansando en sus elegantes residencias, mientras los mendigos se sentaban a sus puertas. Voló por umbrosos suburbios y vio las pálidas caritas de los niños hambrientos mirando hacia la oscuridad de los alrededores. Bajo los arcos de un puente estaban acostados dos niños abrazados para calentarse…”
The selfish giant
El gigante egoísta, en español. Cuento infantil sobre un jardín en el que los niños solían jugar al salir de la escuela, hasta el día que apareció un gigante que les prohibía entrar y lo cercó con grandes murallas. De allí se desarrolla la historia con moralejas, personajes mitológicos, reflexiones y una lección de vida interesante y ejemplar.
La interacción entre lo ficticio y lo mágico, con la naturaleza y los niños reales, le dan un atractivo único a los niños lectores y adultos también.
El ruiseñor y la rosa
Del libro “El príncipe feliz y otros cuentos”. Se desarrolla en un pueblo, donde habitaba un príncipe. Un día el príncipe ofreció una fiesta a la que debían ir las jóvenes con una rosa roja. Una de ellas, hija del profesor, le pidió a su novio, un joven estudiante, que le consiguiera esa rosa para poder asistir al baile.
El chico se sintió animado pensando que si la conseguía iría con ella y bailarían toda la noche. En el cuento participa un ruiseñor, que se convertirá en el protagonista de la historia. También entran otros personajes, lagartija, mariposa, rosales que llevan al mensaje final, el amor y el materialismo, a través de la ficción y fantasía.
El fantasma de Canterville
Es un cuento satirizado de las culturas norteamericanas e inglesas. Wilde utiliza los elementos de la novela gótica, muy populares en su época, castillos, fantasmas, escenas de miedo y terror, junto con un exagerado romanticismo.
Sus principales personajes son Virginia, hija adolescente de los esposos Otis, que compraron el castillo de Canterville y el Fantasma, que anda vagando por los pecados cometidos en vida. Su trama es una parodia sobre los hábitos y creencias de los ingleses y la frivolidad e incredulidad del norteamericano.
A woman of no importance
En español, «Una mujer sin importancia«. Drama. Obra de teatro en tres actos y cuatro cuadros, en la que Wilde critica duramente a la aristocracia inglesa.
Se estrenó el 19 de abril de 1893. Fue traducida al castellano en 1911 y fue presentada en el Ateneo de Madrid, mediante una lectura dramatizada, organizada por Ramón Gómez de la Serna (escritor y periodista vanguardista español). Fue la primera obra de Wilde presentada en España.
Su trama se desarrolla en una casa de campo inglesa, propiedad de unos aristócratas y los dueños junto a una invitada estadounidense, están conversando sobre temas banales. Sale a relucir un episodio del pasado entre los personajes que da forma al drama en cuestión.
La importancia de llamarse Ernesto
Se puede traducir también como «La importancia de ser serio» Comedia escrita en 1895, en inglés “The importance of being Earnest”. Obra dividida en tres actos, inspirada en el libro Engaged de William Schewnck Gilbert, dramaturgo inglés. El nombre literal debería ser “La importancia de ser serio”, ya que el título en inglés, cuando utiliza la palabra Earnest se pierde en la confusión, Earnest (serio) y Ernest suenan igual.
Cuando lo tradujeron a otros idiomas, mantuvieron ese doble sentido, por ejemplo, en catalán, “La importancia de ser Frank” , Frank y franc (honesto) también suenan igual, son homófonos.
Su trama se desarrolla en la época de la Inglaterra victoriana, sobre la vida de Jack y Ernest, un hermano ficticio. Fue la última comedia escrita por Wilde y fue considerada como una de las mejores. Su estreno fue el 14 de febrero de 1895, en el St. James’s Theatre de Londres.
En España se estrenó el 3 de octubre de 1919, en el Teatro de la Princesa, en Madrid. En 1969 se hizo una adaptación a la televisión, por TVE; en 1968 se hizo una segunda versión por Estudio 1 y una tercera y última, hasta ahora, en 1984, en el programa La Comedia, todas en España.
Un marido ideal
Wilde toca en esta obra el tema de la mentira. Centra la historia en un matrimonio que se dice perfecto, pero en realidad oculta un secreto deshonroso, que desencadenará una serie de graves conflictos. Presenta al marido ideal, hombre probo, noble, inteligente y con gran prospecto en la vida política de la época, admirado por todos en la alta sociedad, a quien de repente se le cae toda la cortina por un detalle del pasado, que sale a relucir.
Obra de teatro en cuatro actos. Fue estrenada el 3 de enero de 1895. En 1917 se presentó en el Teatro del Príncipe Alfonso, en Madrid.
De profundis
Epístola escrita en la prisión de Reading, por Oscar Wilde en 1897. En ella se dirige a su compañero sentimental, Lord Alfred Douglas, dos meses antes de cumplir su sentencia, cuya imputación era por el delito de sodomía.
Es una carta triste, conmovedora, espiritual y llena de esperanza. La esperanza de tener una respuesta, la que fuera, sobre las causas y el responsable de su prisión. Para recrear un poco la historia, hay que empezar por la entrada a prisión. A Wilde lo acusa de sodomía el padre de Lord Alfred Douglas, marqués de Queensberry.
La prueba presentada por el abogado era una carta que escribió años atrás, cuando le hizo un halago literario a un joven que le pidió revisar un poema. Wilde alega que esa carta hubiera podido ser dirigida a cualquier persona que le hubiera pedido una opinión o consentimiento sobre un escrito.
Inglaterra no lo juzgó así. Al contrario, la sociedad inglesa lo acusó, lo humilló y lo condenó a prisión. Lo que no se dijo fue que Wilde denunció al marqués por difamación, ya que por disputas existentes entre padre e hijo, delató la relación que Oscar y Alfredo mantenían, a viva voz en el club social que frecuentaban, tildándole de sodomita.
«…en la más prodigiosa obra de Esquilo, nos habla del gran señor que cría en su casa al cachorro de león, y lo ama porque acude con ojos brillosos a su llamado y se para de mano pidiéndole comida, pero crece y muestra la naturaleza de su raza, y destruye a su amo, a su hogar y todas sus posesiones. Me siento afín a él…»
La demanda se volvió en su contra y el marqués logró enviarlo a la cárcel por dos años, en los que debía cumplir trabajos forzados por el delito antes mencionado, la sodomía.
Difamado y complicado en ese proceso, Wilde comprendió que la ley no establecía diferencias entre los poetas y el resto de los mortales. Él que se consideraba por encima de sus semejantes, fue condenado a cumplir dos años de prisión.
Prisión
Esos dos años en la cárcel significaron su ruina, física, moral y humana. Al salir de Reading, en 1898, era un hombre destruido. Intentó retomar el contacto con su público y reanudar sus antiguas relaciones sociales y amistades en altas esferas, pero su espíritu ya no era el mismo, Wilde estaba consumido, se había apagado.
En su carta a Bosie se refleja todo lo que estaba viviendo en la cárcel, más el dolor de lo tortuoso de su relación con él. No culpaba a Bosie de su ruina emocional y económica, sino a sí mismo, al hecho de no darse cuenta de que esa persona lo había invisibilizado, anulando toda creatividad e imaginación como poeta. Se aprecian algunas reflexiones sobre Cristo, la naturaleza, el arte y el tiempo.
«…No puedo permitirte vivir con el peso que cargas en el corazón por haber arruinado a un hombre como yo. Este pensamiento puede llenarte de una indiferencia inhumana o de una mórbida tristeza, debo descargarte de ese peso y llevarlo sobre mis hombros…»
Volvió a ver a Bosie en Nápoles, estuvieron juntos por unos meses, mientras tuvieron dinero. Al acabarse éste, Bosie lo abandonó. Wilde emigró a París y se cambió el nombre. Se fue a vivir a un hotel en París, donde pasó sus últimos días de vida.
Oscar Wilde murió estando solo,enfermo, despreciado y viviendo en la indigencia, a los 46 años de edad.
Muerte de Oscar Wilde
No se sabe a ciencia cierta de qué murió Oscar Wilde, con apenas 46 años de edad. La versión que más se difundió fue Muerte por meningitis, posiblemente derivada de una enfermedad venérea, o de una infección de oído, otitis, pero no está confirmada.
El 27 de noviembre de 1900, los médicos Tucker y Kleiss le aseguraron a Robert Ross, gran amigo de Wilde, que al poeta no le quedaban más de cuarenta y ocho horas de vida. En su visita, Ross consiguió a Wilde en estado deplorable, muy delgado, con respiración dificultosa.
Oscar aun tenía consciencia de la presencia de personas en su habitación del Hotel D’Al-sace en París, donde estaba viviendo desde 1898. Se había registrado con el nombre falso de Sebastian Melmoth, violando las leyes francesas.
Wilde murió el 30 de noviembre de 1900, en la habitación del hotel donde vivió sus últimos días, en París. A un siglo de su muerte, en el año 2000, dos médicos sudafricanos, tras investigaciones realizadas, aseguraron que Wilde no murió de sífilis, como se había dicho.
Murió a consecuencia de una “…enfermedad crónica y destructiva del oído medio, cuya infección probablemente, se extendió al cerebro”. Palabras textuales del Dr. Ashley Robins, médico psiquiatra y farmacólogo, investigador de la Universidad sudafricana de Ciudad del Cabo.
Colesteatoma
Al parecer Wilde sufría una enfermedad llamada colesteatoma, que podía haberle causado parálisis facial, absceso cerebral o meningitis y debía someterse a una cirugía. De esto deducen los médicos investigadores, que Wilde murió entonces de meningoencefalitis, producto de una otitis crónica media, que padeció durante varios años.
Se sometió a una operación en octubre de 1900, en la habitación de hotel donde vivía. Esta enfermedad puede ser congénita, de hecho, su hijo menor, Vyvyan, fue operado del oído debido a una infección de mastoides, ocho semanas después de la muerte de Wilde.
El rumor generado sobre la muerte por sífilis, se debió seguramente por el escándalo en que se vio envuelto por su condición de homosexual. Murió arruinado y vuelto un paria de la sociedad inglesa victoriana. Recordado por sus poemas, epigramas, obras de teatro y por el escándalo en el que estuvo envuelto en 1895, que lo llevó a prisión, en los momentos más oscuros de su vida.
Sobre este lamentable hecho, Ruben Darío, poeta nicaraguense, se pronunció y escribió, al enterarse de la muerte de Wilde:
“Un hombre acaba de morir, un verdadero y grande poeta, que pasó los últimos años de su existencia, cortada de repente, en el dolor, en la afrenta, y que ha querido irse del mundo al estar a las puertas de la miseria. Este hombre, este poeta, dotado de maravillosos dones de arte, ha tenido en su corta vida sobre la tierra los mayores triunfos que un artista pueda desear, y las más horribles desgracias que un espíritu puede resistir.”
Rubén Darío consideraba a Wilde como un gran poeta, además de hombre extravagante que llegó a tener el mundo en un bolsillo, pero que la sociedad inglesa, de la noche a la mañana, le dio la espalda haciendo que cayera de lo más alto y no se recuperara jamás.
https://youtu.be/9lb5UilFl_w
Nada es imposible
Ross era católico practicante. Quería con esta visita que Oscar se convirtiera a su religión, después de infructuosos intentos. Wilde se había inscrito en la Logia Apollo University de Oxford, el 25 de febrero de 1876. Robert, al pie de su lecho de muerte, vivió el momento en que Wilde empezó a agonizar. Todo eso lo recogió como un testimonio histórico, en carta fechada el 14 de diciembre, que decía así:
«Hacia las cinco y media de la mañana –evocaba Ross–, un cambio total se operó en él; sus rasgos se alteraron y eso que llaman el estertor de la agonía comenzó. Jamás había oído yo nada semejante; era como el horrible rechinar de un torno, y duró ya hasta el fin. Sus ojos no reaccionaban ya a la luz.
Era preciso secar constantemente la sangre y la espuma de sus labios… A las 13:45 horas el ritmo de la respiración cambió. Tomé su mano, y advertí que el pulso comenzaba a ser irregular. Lanzó un profundo suspiro, el único que me pareció normal desde mi llegada, sus miembros se estiraron como involuntariamente, su respiración se hizo más débil; murió a las 13:50 horas en punto».
El padre Cuthbert Dunn, de la Orden de los Pasionistas, invitado por Ross, administró a Wilde la unción de enfermos y lo bautizó, con el previo consentimiento del moribundo, cuando aún consciente, levantó su mano en señal de aprobación.(Ver artículo: Isaac Newton)
Así fue como después de haber vivido casi toda la vida renegando de Dios, el inefable Oscar Wilde, falleció abrazando la fe católica.
Poemas.
Su primer libro “Poemas” (Poems), fue publicado en 1881, cuando contaba con 27 años de edad y después de varias composiciones y ensayos en revistas. Se mostraba más maduro en su trabajo, plasmando los conocimientos e influencias literarias de famosos autores griegos, ingleses y latinos, como William Shakespeare, Byron, Donne, entre otros.
Gracias a sus viajes durante su juventud, años 1874-78, colectó valiosos conocimientos y temas para sus composiciones, en griego, latín o italiano. Por haber estudiado los clásicos se le facilitaba traducir diversas obras literarias.
Incluyó, por ejemplo, en sus poemas, versiones del coro de “Las nubes de Aristófanes”, fragmentos del «Agamenón» de Esquilo, glosas de textos de Eurípides y Homero, entre otras no menos importantes.
Escribió sobre personajes y temas clásicos, así como “Teócrito”, “Endimión”, además de largas composiciones como “Cármides”, en el que Wilde le imprime una extraordinaria maestría y brillantez, similares a los modelos de Venus y Adonis shakesperiano.
Mientras estuvo por Italia, escribió gran cantidad de poemas, entre los que se pueden nombrar: los sonetos “Al acercarme a Italia”, “Italia”, “Urbs sacra aeterna” o el “Escrito durante la Semana Santa en Génova”.
Son poemas de inspiración clasicista (movimiento cultural e intelectual de la antigüedad clásica), referidas a la suerte del Papa. Su posición, después de la unificación italiana, era la de un prisionero de los tricolores. En uno de esos poemas, “Roma aún no visitada”, Wilde se refiere a este álgido tema, preocupación visible de la época.
En otros textos escribe “en Roma en malvadas prisiones yace un segundo Pedro” o “el único Santo, el pastor prisionero de la Iglesia de Dios”, y menciona “la odiada bandera roja, blanca y verde”. “La tumba de Keats” y “La tumba de Shelley”, fueron escritas durante su estancia romana, le rinde homenaje a los maestros por excelencia, de la lírica inglesa. (Ver artículo: Truman Capote)
En “Quantum mutata” (¡Cuánto ha cambiado!), evoca a Inglaterra como defensora de la Libertad en todo el mundo, por un episodio de la historia italiana. A Gran Bretaña le dedica también un largo poema, “Ave Imperatrix”, en el que alaba y celebra la expansión imperial de la época victoriana sobre tierras asiáticas.
De vuelta en Oxford
Ya de vuelta en Oxford, escribe «Rávena” o Ravenna, en el que refleja su devoción por Dante. En “La canción de Itys” (The Burden of Itys) intenta compaginar la realidad de su entorno con sus ideales clasicistas. “Humanidad” entrelaza apuntes histórico-políticos, la naturaleza circundante, evocaciones de la antigüedad y mitológicas, así como temas sobre Roma, Inglaterra, Oliver Cromwell y Milton.
“Atanasia”, “La nueva Helena” y “Panteico”, poemas largos en que se mezclan lo clásico y lo contemporáneo, reflejando la evolución del poeta, de marcada formación, quien más adelante modificaría sus opiniones y conceptos.
En los últimos poemas aparece la influencia francesa y el “impresionismo”, novedad que revolucionó las artes del momento. Escribe así Wilde “Impression du matin”, “Impressions de Théatre” y otras “Impressions” variadas o “Le Jardin des Tuileries”, así como “Fantaisies decoratives”.
El poema “La esfinge”, inspirado en la de Gizeh, fue dedicado a Marcel Schwob, “en testimonio de amistad y admiración”, este gesto revela nuevamente los lazos que le unían a ese país en el que eligió vivir sus últimos días.
“La balada de la cárcel de Reading”, su obra maestra, inspirada en la desgracia vivida en la cárcel, en las vivencias de un condenado a muerte y todo el ambiente putrefacto de prisión. Wilde le cantó a la miseria y desnudez del hombre, con sabiduría, sentimiento y una gran sensibilidad humana.
De no haber escogido el camino de la fama, el dinero y los vicios, Wilde hubiera quedado grabado en los anales de la historia como lo que realmente fue: un dramaturgo excepcional, narrador notable, gran poeta con amplio dominio de los recursos y técnicas expresivas.
Dueño de gran seguridad para manejar los modelos clásicos y diferentes culturas, donde era capaz de imitar a renacentistas y a contemporáneos en sus evocaciones.
Pero lamentablemente, Wilde, por culpa de su orgullo, terquedad o ceguera, creyó que la Inglaterra poderosa e hipócrita, que tanto odió, iba a sucumbir ante un enfrentamiento cara a cara, desnudo, como el que pretendía entablar.
El final de la historia lo sabemos todos, perdió todo lo que había logrado, fama, poder, dinero, reconocimiento mundial, la familia y su autoestima. Su madre falleció mientras él estaba encerrado.
Frases
“La experiencia no tiene valor ético alguno, es simplemente el nombre que damos a nuestros errores.” Con esta simplicidad nos resume la definición de los errores.
“Las mujeres han sido hechas para ser amadas, no para ser comprendidas”.
“Si usted quiere saber lo que una mujer dice realmente, mírela, no la escuche.”
A Wilde se le tildó de frívolo, misógino, pero en sus poemas y novelas, demostró conocer y amar a la mujer.
“La única ventaja de jugar con fuego es que aprende uno a no quemarse”. Importante reflexión sobre las equivocaciones del hombre.
“Jamás debemos casarnos si pretendemos seguir enamorados”. Su opinión sincera sobre el cambio que ocurre con el matrimonio.
“Un hombre cínico es el que sabe el precio de todo y el valor de nada”.
“Los niños aman a sus padres. Cuando crecen, los juzgan.”
Son verdaderas reflexiones sobre sus vivencias.
Aforismos
Wilde fue bastante egocéntrico y prepotente en su personalidad y conducta. Sus aforismos demuestran lo contundente de su pensamiento e ideales. Algunos de ellos, tomados de sus obras, son:
“Vivir es la cosa más rara del mundo. La mayoría de la gente no hace más que existir.”
«Un cínico es un hombre que conoce el precio de todo y el valor de nada.»
El abanico de Lady Windermere.
“La verdadera esencia del romance es la incertidumbre.»
La importancia de llamarse Ernesto
«Entre hombre y mujer no hay amistad posible; hay pasión, enemistad, trabajo, amor, pero no amistad.»
El retrato de Dorian Grey
«El romance nunca debería comenzar con sentimientos; debería comenzar con ciencia y terminar con un acuerdo«. El marido Ideal.
«Cultivar el ocio es la aspiración del hombre.» El retrato de Dorian Gray.
Cartas de Oscar Wilde
Las cartas transcritas a continuación fueron las que condenaron a Oscar Wilde por sodomía, delito que lo llevó a cumplir dos años de cárcel. La primera fechada en Enero de 1893:
“Mi muchacho, Tu soneto es absolutamente delicioso, y es un portento que esos labios tuyos, rojos como pétalos de rosa, hayan sido hechos tanto para la música o el canto, como para la locura de los besos. Tu alma delgada y áurea camina entre la pasión y la poesía. Sé que Jacinto, al que Apolo tan locamente amó, fuiste tú en los días griegos”.
Otra fechada en Marzo de 1893:
“Mi más querido chico:
Tu carta fue deliciosa, rojo y amarillo vino para mí; pero estoy más triste que nunca. Bossie, no debes hacerme escenas. Me matan, quiebran las amorosas líneas de la vida. No puedo verte. Tan Griego y gracioso, distorsionado por la pasión. No puedo escuchar tus curvilíneos labios diciéndome cosas feas. Preferiría ser chantajeado por cada renter de Londres que tener tu amargura, injusticia, odio.
Tú tienes eso divino que yo quiero, todo lo que es gracia y belleza; pero no sé cómo hacerlo. Debo ir a Salisbury? Mi pago aquí es 49 libras por semana. También tengo una nueva sala cerca de Támesis.
Por qué no estás aquí, querido mío, mi maravilloso chico? Temo que debo irme; no hay dinero, ni crédito, y hay un corazón de plomo.”
Estando en la cárcel, Wilde escribió su famosa carta a Lord Alfred Douglas, que tituló “De Profundis”, en ella reconoció que amar a Bosie lo había llevado a su ruina física, moral, económica y espiritual. Por complacer sus caprichos perdió su fortuna, su familia, su reputación y hasta su vida. Le recriminó que nunca le escribiera ni visitara mientras estuvo injustamente preso en Reading. Aquí, parte del final de esta dolorosa carta:
«Viniste a mí para aprender el Placer de la Vida y el Placer del Arte. Acaso se me haya escogido para enseñarte algo que es mucho más maravilloso, el significado del Dolor y su belleza. Tu amigo que te quiere, Oscar Wilde».
Filmes
Oscar Wilde fue un gran poeta, dramaturgo y logró llegar al clímax de la fama y el reconocimiento en varios países, pero también protagonizó un escándalo que lo hizo caer desde las alturas. Esto dio pie a que se filmaran varias películas referidas a su vida y a sus obras.
Salomé
Es un semi-documental dirigido por Al Pacino, desgranando los orígenes, los motivos y sobre todo el por qué del tema tan particular que trató en esa obra.
La liga de los Caballeros Extraordinarios
Es una representación muy acertada y cercana al personaje de Dorian Gray. Dicen que es hasta mejor que el film “Dorian Gray”, del 2009.
Una mujer buena (2004)
Es una adaptación muy básica de Lady Windermere´s Fan. Scarlett Johansson, es una de las atracciones de la cinta, junto a Helen Hunt.
The Importance of Being Earnest (2002)
Adaptación de la obra del mismo nombre, el que trata de dos “amigos” que se intercambian el nombre y cometen las más disparatadas fechorías en la ciudad de Londres, en 1890. Protagonizan Rupert Everett y Colin Firth.
An ideal Husband
En ella un grupo de mujeres se ven envueltas en un plan tramposo. Participan Julianne Moore y Cate Blanchet.
París, Je t’aime
Alexander Payne, interpreta a Oscar Wilde, como un espíritu que busca ayudar a las parejas, mostrando además, el tributo que rinden los visitantes en su tumba. Dirigida por Wes Craven.
Salome’s Last Dance
Es un filme de Ken Russell. Wilde vive su propio relato, asistiendo a ver Salomé y mezclando su propia vida con la obra representada. Así va desarrollándose la película.
The Selfish Giant
El famoso cuento del Gigante se adapta al mundo contemporáneo, con niños viviendo en la pobreza tratando de conseguir dinero para sobrevivir. Le imprime crudeza y más profundidad a la obra de Wilde.
Wilde
Protagonizada por Jude Law (Bosie) y Stephen Fry (Oscar). Este último con una gran actuación que hizo que el público lo relacionara directamente con Oscar Wilde. Se presentan algunos detalles del juicio de Wilde, en el que resaltan su gran ingenio a la hora de defenderse.
Tumbas
Desde su muerte en 1900, los restos de Oscar Wilde reposaban en el Cementerio de Bagneux. Tras una misa oficiada en la Iglesia de St. Martin des Prés, con asistencia de cincuenta y seis personas, partió el cortejo hacia el cementerio.
En 1905, gracias a su amigo del alma, Robert Ross, fue renovada y mejorada luego de sufrir algunos daños. El 20 de julio de 1909, sus restos fueron trasladados al cementerio Père-Lachaise de París, hasta la fecha de hoy permanecen allí. Jacob Epstein, un escultor modernista estadounidense, diseñó y creó una tumba de piedra clara, coronada con una estatua de un ángel volando, en 1912.
Se mantuvo intacta hasta 1985, cuando fue pintada con graffitis y seriamente deteriorada por los visitantes de mala conducta y zagaletones. Esta nueva morada también hubo que renovarla, a petición de los familiares de Wilde, quienes pidieron adicionalmente, preservarla y acreditarla como monumento histórico.
Cristal
Después en 1999, hubo que protegerla con un cristal de dos metros, luego de ver con asombro que estaba cubierta de besos, que personas que visitaban la tumba dejaban como muestra o recuerdo de haber estado en ella.
El nieto de Oscar Wilde fue el encargado de inaugurar el nuevo lugar y declaró en su momento que, si su abuelo hubiera estado presente le habría gustado la atención y que cuando pasara la moda de besar la tumba de su abuelo, pudieran quitar la protección de cristal. Más no ha sido así, los besos se los dan ahora al árbol que está junto a la tumba.
Curiosidades
- Su obra «Salomé» sirvió de punto de partida para montar la ópera de Richard Strauss, famoso compositor alemán.
- Mahaffy, su tutor universitario, se jactó, en los inicios de Wilde, de haber ayudado a formar su personalidad; tiempo después le llamó «la única mancha de mi tutela», al explotar el escándalo de Wilde.
- Hay una estatua de Oscar Wilde en Dublín, frente a su casa natal y otra en un bar de New York, Estados Unidos.
- Cuentan que, en bancarrota y siendo execrado por la sociedad victoriana, Oscar Wilde ordeno el champán más costoso del hotel en el que se estaba quedando. En un momento de lucidez, dijo: «Estoy muriendo por encima de mis posibilidades».
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