En el mundo existe una gran diversidad de culturas, religiones y étnias que resultan ser bastante interesantes. Aun en la historia se han mantenido tales culturas hasta nuestra época, tal es el caso del lamaísmo o budismo tibetano, cuyo líder principal es el Dalai Lama.

Biografía e historia
El Dalai Lama es el máximo líder espiritual del budimos y que en ocasiones ha tomado el poder del Tibet temporalmente, según sea el caso o la situación. Es bueno mencionar que Dalai Lama es un título asignado a una persona que cumple con los requisitos para serlo.
La persona escogida como el próximo Dala Lama es quién dirigirá al pueblo budista a lo largo de su vida espiritual, en donde la piedad, el amor, la solidaridad, respeto, carisma, tienen lugar y la persona que lleva dicho título debe ser un total ejemplo a seguir.
La idea del Dalai Lama proviene de una deidad budista, considerado el buda de la compasión; dicha deidad recibe el nombre de Avalokiteshvara, uno de los principales patronos del lamaísmo o budismo tibetano. Su nombre quiere decir Señor que mira hacia abajo, y hace referencia a su preocupación del ser humano en la tierra.

Según la creencia lamaísta o budista tibetana, el Dalai Lama es la reencarnación de Avalokeshvara, o que en efecto, contiene la conciencia de tal deidad dentro de sí, es decir, Avalokiteshvara transfiere su conciencia de cuerpo en cuerpo para continuar su obra por el mundo. (Ver también: James Cook)
Existen una seria de tópicos por el cual, el Panchen Lama determina que ha encontrado al siguiente Dalai Lama, es decir, la tarea de encontrar al nuevo Dalai Lama luego de la muerte del anterior, le corresponde al Panchen Lama.
Según la creencia lamaísta o budismo tibetano, la transferencia de conciencia de la deidad de un cuerpo muerto hacia su próxima reencarnación toma un tiempo de 49 días, por lo que el Panchen Lama luego de esos 49 días comienza a notar el comportamiento dentro del individuo y debe identificarlo y anunciar al próximo Dalai.

Por el contrario, si el Panchen Lama muere antes de que lo haga el Dalai Lama, éste último también debe identificar al próximo Panchen Lama, es decir, luego de la muerte del anterior, el Dalai comienza a buscar al nuevo Panchen Lama y quién será su mano derecho en su tarea de dirgir al pueblo budista.
La historia de los Dalai Lama tuvo comienzo con Gendun Druppa, a quien se le atribuye la creación de la secta de los monjes amarillos y el sistema sucesorio de la reencarnación de los lamas. Se dice que Gendun nació en un establo que fue atacado por unos ladrones. Además, anteriormente no se les llamada Dalai Lama, sino Drepung Tulkus.
Los ladrones dejaron abandonado a Gendun en unos arbusto y fue encontrado al día siguiente por unas personas que notaron que al bebé lo protegía un cuervo ferozmente de las aves de rapiña y de cualquier ser que quisiera hacerle daño, por lo que inmediatamente sintieron temor porque el cuervo es la representación de la ira del buda Avalokeshvara y lo reconocen como su reencarnación.

Después de su muerte, los monjes amarillos comienzan a buscar al próximo Dalai Lama, y en su búsqueda se encuentran con un joven que al verlos les dijo que les estaba esperando, es joven era Gendun Gyatso y fue proclamado reencarnación del primero Dalai Lama.
Su proclamación fue extraña, puesto que él le dijo a los monjes que los estaba esperando, ya demás, años antes les dijo a sus padres que él era la reencarnación del primero, por lo que técnicamente se autoproclamó Dalai Lama II.
Tras su muerte, los monjes comienzan a buscar al tercer Dalai Lama, pero, con éste tercero hubo algo diferente, y es que se ganó el título de Dalai Lama, los móngoles proclamaron a Sonam Gyatson Dalai Lama, que significa Océano de Sabiduría. (Ver también: Henry Morton Stanley)
En la actualidad, el Dalai Lama del presente es Tenzin Gyatso, que fue identificado por el Panchen Lama como el sucesor de Thupten Gyatso, décimo tercer Dalai Lama. Tenzin nació en el seno de una familia pobre, en la provincia china de Quinghai en el año 1935.

El Panchen Lama determinó que Tendzin era el próximo Dalai cuando éste tenía apenas 5 años de edad, como no tenía la mayoría de dedad no pudo asumir entonces el cargo como Dalai Lama, por lo que, el Panchen Lama estaba a cargo.
Cuando la China comunista de Mao Tse Tung ataca el Tibet por motivos de invasión, Tenzin es proclamado mayor de edad antes de tiempo y es nombrado Dalai Lama al tener sólo 15 años. Debido a la arremetida del gobierno comunista chino, Tenzen se retira hasta la India con tal de preservar la cultura del Tibet.
Tras varias peticiones de ayuda internacional, ningún país respondió, por lo que el Tendzin tuvo que firmar en 1951 un tratado que convertía nuevamente al Tibet como una región de la China comunista. A pesar de ello, en 1956 suceden las primeras rebeliones de los tibetanos, rebelión que terminó en masacre por parte de los chinos.
Cuando los chinos ocupan el Tibet destruyeron gran parte de la cultura tibetana en todos los sentidos, el sacrilegio fue impresionante. Cuando Deng Xiaoping llamó a Tendzin en el año 1981 para que regresara a casa, Tendzin se negó y prefirió estar en el exilio preservando lo que quedaba de la cultura tibetana y de sus creencias. (ver: Francisco Franco)
Luego de ello, hasta nuestros días, Tenzen habla sobre cómo el Tibet perdió su soberanía y cómo fue sacudida por una China que no respetaba las creencias e ideologías de otras naciones y otros pueblos. A pesar de ello, Tenzen nunca llama a las armas, siempre busca resolver las cosas de manera pacifica y sencilla.
En resumidas cuentas, lo que el Dalai Lama afirma sobre al muerte, es que si la gente acepta a la muerte como un proceso natural y además, prepara su mente para su llegada, la persona pierde el miedo a al muerte y simplemente la acepta como es: Un hecho natural que debe suceder para, según budimos, renacer o simplemente alcanzr la iluminación suprema o el nirvana. Aunque, no es necesario morir para llegar a tales estados.
Compasión
Los seres humanos están llenos de una gran cantidad de sentimientos y emociones que definen su personalidad y su comportamiento ante situaciones emocionales difíciles. Existen sentimientos positivos como el amor, la alegría, entre otros, y sentimientos negativos como el odio, la ira, el rencor, entre otros.
Dichos sentimientos los podemos sentir en nuestro día a día y son quienes definen nuestra personalidad. Normalmente las personas tienen una configuración sentimental muy diferente a las del resto de individuos; algunos sienten alegría, felicidad, amor y expresan dichos sentimientos.
Otras personas igual las sienten pero no son capaces de hacerlos ver, por lo que, dichos sentimientos se quedan dentro de la persona, y otros simplemente tienen una configuración en la que son pocos los sentimientos que puede sentir.
En éste caso, el Dalai Lama habla sobre la compasión, un sentimiento en donde la una persona se preocupa por el sufrimiento, la tristeza o la desdicha de otra persona y busca mitigar tal dolor de alguna u otra manera, para ayudar a a la persona sentirse bien o mejor.
Sin embargo, el Dalai Lama establece que hay dos tipos de compasión: Compasión parcial y compasión imparcial. El Dalai Lama a través de sus palabras define que la compación parcial es el sentimiento de tristeza que se produce en un individuo al ver las penurias y tristezas de un ser allegado a él.
Éste tipo de compasión genera una especie de apego hacia la persona afectada, en donde siempre que ésta esté mal, el individuo buscará la manera de mitigar aquél sufrimiento que aflige a su ser querido, pero, dicha compasión no es capaz de desarrollarse sobre aquellas personas que no pertenecen a nuestro grupo de amigos o familia.
Un ejemplo claro de ello, es cuando nuestra madre está afligida por un evento cualquiera que haya sucedido en vida o en específico, en su día, entonces al verla llorar o al notar su tristeza, uno se preocupa y pregunta qué pasa y buscamos la manera de hacer que ella deje de sentir tal aflicción y vuelva a ser la mujer que normalmente conocemos.
Por el contrario, la compasión imparcial, según las palabras del Dalai Lama, es un tipo de compasión que no va desarrollada únicamente hacia personas que pertenecen a nuestro círculos social de amigos o familiares, sino que va mucho más allá, es decir, aplica también para las personas que no tienen ningún tipo de relación con nosotros.
Para el Dalai Lama, ésta es la verdadera compasión, puesto que no mide amistad, estatus social o lazo sanguíneo alguno, es una compasión genuina en donde verdaderamente nos preocupamos por los problemas que aquejan a nuestro prójimo y además de ello, buscamos la manera de ayudarlo a aliviar su dolor.

Un ejemplo bastante sencillo y claro de ello, que normalmente lo vemos a diario, son las personas de la calle que no tienen dónde comer, qué comer ni un techo dónde vivir, entonces, las personas tienden a ayudar de alguna manera a mitigar dicho sufrimiento.
Cuando una persona en situación de calle pide comida, pasar hambre es muy doloroso puesto que es una necesidad básica de nuestro cuerpo, por ende, uno se compadece y compra comida para aquella persona, o en caso de las donaciones de ropa a personas en situación de calle, incluso, existen una cantidad de instituciones que ayudan con un techo donde dormir a éstas personas.
En pocas palabras, la gente se compadece ante tales situaciones y busca colaborar poniendo su granito de arena para mitigar el dolrod e su prójimo, y en esencia ésto es la verdadera compasión, en donde nos sentimos afligidos por la necesidad o el estado emocional de otro ser que no tiene relación alguna con nosotros.
Cómo controlar el enojo
Para poder tener una mente sana y por consiguiente, paz mental, el enojo no es parte de la fórmula ni nincua lo será, al contrario es una obstcáculo que no permite el desarrollo sano de la mente, y ésto conlleva a la dificultad de alcanzar la paz mental.
Es por ésto que, el Dalai Lama habla sobre el enojo como algo que no es absolutamente necesario en la vida del ser humano, que una persona enojada no resuelve el problema, por el contrario, complica las cosas; sin embargo, el Dalai Lama entiende que el enojo es muy común en las personas por lo que da consejos para calmar el enojo. (Ver también: Alejandro Magno)
Uno de los principales consejos que el Dalai Lama da para controlar el enojo es identificar la causa del mismo, y una vez identificada la causa preguntarse entonces porqué sucedió; a su vez, meditar en ello e ir acostumbrando a la mente que el enojo no es necesario y que manteniendo ése pensamiento constantemente, la mente lo adopta como algo innecesario y lo hace inmune al individuo, ayudándole a tener paz mental.