Santiago Ramón y Cajal, fue un médico histólogo español, poseedor de un Premio Nobel de Fisiología y Medicina, gracias a su “doctrina de la neurona”, una revolucionaria investigación, que realizó sobre el comportamiento de las células del sistema nervioso.

Es uno de los mejores científicos que ha dado España, además, conocido como el padre de la neurociencia moderna.
¿Quién fue y cómo fue la vida de Santiago Ramón y Cajal?
Santiago Ramón y Cajal nació en Petilla de Aragón, Navarra, el 1º de Mayo de 1852. Su padre, Justo Ramón Casasús y su madre, Antonia Cajal, eran oriundos de Larrés, Alto Gallego, España. De pequeño vivió en varias poblaciones aragonesas, debido a que su padre, quien era médico cirujano y profesor interino de disección, viajaba constantemente.
A los dos años de edad dejó Petilla de Aragón, se fueron a vivir a Larrés, luego a Luna en 1855, Valpalmas, Zaragoza, en 1856 y Ayerbe, Huesca, en 1860.
Creció en un ambiente familiar impregnado de términos médicos. Su apellido Ramón, por ser también un nombre de pila, lo obligó a hacerse conocer como Santiago Ramón Cajal. En algunos círculos que frecuentaba, se le llamaba sólo por su segundo apellido, Cajal.
Estudios
Ramón y Cajal estudió en las escuelas conocidas como escolapios, en Jaca y el bachillerato lo cursó en un Instituto, también en Huesca. El entorno político y social estaba muy agitado, ocurrió el destierro de Isabel II y la Primera República, cuando apenas salía del bachillerato.
Desde pequeño se sintió atraído por las artes plásticas, especialmente el dibujo. En sus relatos biográficos, además, detalla su carácter travieso y rebelde, contando la enemistad que se ganaba con los frailes que le dictaban clases, ya que nunca aceptó los métodos autoritarios y violentos que utilizaban, para que memorizara a la carrerilla, “la letra con sangre entra”, decían.
También se aficionó a la montaña, sumándose a la Institución Libre de Enseñanza (ILE), promoviendo la defensa de la vida sana, teniendo contacto directo con la naturaleza. Estudió medicina en Zaragoza y se licenció en esa disciplina en Junio de 1873. Con apenas 21 años de edad, año 1873, sentó plaza en la Quinta, de Emilio Castelar, presidente de la efímera Primera República, para cumplir el servicio militar obligatorio. Fue asignado como médico capitán de las tropas coloniales en Cuba. (Ver artículo: Fidel Castro)
Santiago en Cuba
En Cuba se libraba una guerra conocida como Guerra de los Diez años, era una colonia española que luchaba por su independencia. Santiago Ramón llega con el grado de Capitán, ascenso logrado al dar el paso a Ultramar, ya que automáticamente se ganaba ese nuevo título militar.
Conocía a Cuba por las lecturas que hacía sobre ella, maravillosos parques y jardines en La Habana, exhuberante fauna y flora tropical, así como los mosquitos portadores del paludismo, terrible mal que aquejaba la población. Pero al llegar a la isla, se deshizo por completo la imagen y el ideal que se había formado.
Fue enviado a la enfermería de Vistahermosa, en Camagüey, justo en la manigua pantanosa, le tocó el peor destino, arrepintiéndose de no haber utilizado las cartas de recomendación, que su padre le había conseguido.

En ese recinto se recibían los soldados enfermos de paludismo y disentería, por lo que pronto se contagió y enfermó. Lo llevaron a Puerto Príncipe para ser tratado, luego a la enfermería de San Isidro, mucho peor e insalubre que la de Vistahermosa.
Regreso a España
No fueron buenos años para Ramón y Cajal; se enfrentó a diversos obstáculos administrativos, como la incapacidad e inmoralidad de los mandos del ejército, en todos sus niveles, incluida la oficialidad del Destacamento, quienes sustraían la comida, que le hacían falta a los enfermos y heridos.
Todo esto lo llevó a pedir su retiro de Cuba, la cual atendieron el 30 de mayo de 1875, al ver su diagnóstico de “caquexia palúdica grave”, lo cual lo clasificó como “inutilizado en campaña”. Volvió a España ese mismo año, un mes después, con una imagen y cuerpo arruinado, que no tenía ningún parecido con el chico joven y atlético, que había partido un año antes a Cuba.
Con parte de los ahorros acumulados durante su estadía en Cuba, Santiago pudo comprar un microscopio, un microtomo, colorantes y reactivos químicos, que necesitaba para montar su laboratorio, en el que inició sus trabajos de investigación histológica. (Ver artículo: Anton Van Leeuwenhoek)
Con ayuda de su madre y hermanas, volvió a recuperar su salud y pudo retomar su carrera académica, camino a la docencia en 1876 y su doctorado en 1877.
Teoría celular
Ramón y Cajal demostró que el tejido nervioso también estaba formado por células. A partir de 1888, aplicó un método revolucionario de tinción o coloración, con sales de plata, mejorando el desarrollado por Camillo Golgi, a muestras de tejido nervioso de embriones y crías.
Pudo observar que el tejido estaba constituido por células, a las que llamó Neuronas, que venían a ser el constituyente fundamental del tejido nervioso. Estudió la estructura del cerebro y cerebelo, la médula espinal, bulbo raquídeo y otros centros sensoriales del cuerpo, como la retina.
Este descubrimiento lo hizo merecedor del Premio Nobel de Fisiología y Medicina, compartido con Camillo Golgi, un investigador italiano.
La doctrina de la neurona, desarrollada por Ramón y Cajal, finalizando el siglo XIX, tenía como principios que a) las neuronas son células discretas, no conectadas para formar un solo tejido, son distintas unas de otras, con cuerpo celular (axones y dendritas) y b) la transmisión entre ellas es siempre hacia la derecha, desde las dendritas al núcleo y desde allí a las ramificaciones del axón.
Composición de las neuronas
Soma: Núcleo, que contiene los orgánulos, la información genética, que sintetizan el ARN y las proteínas. Axón: Es la ramificación que conduce el impulso nervioso del soma a otra neurona. Dendritas: Prolongaciones o ramificaciones del cuerpo celular, que reciben las señales de otras neuronas.
Habían de tipo unipolar, con una sola prolongación, las poseen los invertebrados. Bipolares, con dos prolongaciones, la mayoría sensoriales; multipolares, abundantes en el encéfalo y la médula espinal, son por lo general, motoras.
El sistema nervioso, antes de conocerse esta teoría, era un tejido conectado, no compuesto por células individuales o discretas. La teoría que la sostenía era, que la función del soma o núcleo de las neuronas, era proveer de alimento al sistema. La teoría celular, en 1830, fue difícil de asimilar por la mayoría de los científicos, no podían creer que fuera posible aplicar esos principios, al cerebro o al sistema nervioso.
Premio Nobel
Sus investigaciones y aportaciones a la neurociencia, le fueron reconocidos en 1906, con el otorgamiento del Premio Nobel en Fisiología y Medicina, compartido con Camillo Golgi, investigador italiano, quien fue el creador del método de tinción o coloración, utilizado por Ramón y Cajal, en sus experimentos e investigaciones.
Críticos al Premio Nobel
Para Ortega y Gasset, filósofo y ensayista español, opinó que era una vergüenza para España, el haber dado el premio a Ramón y Cajal, porque se consideraba una excepción. Severo Ochoa, otro premio Nobel, expresó que las investigaciones en Biología y Medicina en España eran muy pobres, pero que gracias a Ramón y Cajal, no eran del todo nulas. (Ver artículo: Camilo José Cela)
Otros premios
A continuación, en forma cronológica, los premios, medallas y distinciones, otorgadas a este médico valioso que aportó gran información e investigaciones en el siglo XIX:
18 de abril de 1896: Premio Fauvelle, concedido por la Société de Biologie de París; 1897: Premio Rubio, Real Academia de Madrid por su “Manual de Histología”; 20 de junio de 1900: Gran Cruz de Alfonso XII; 1900: Premio Internacional Moscú; 28 de febrero de 1901: Gran Cruz de Isabel la Católica.
25 de enero de 1902: Premio Martínez y Molina (4000 pesetas), por el trabajo “Centros sensoriales en el hombre y animales”; 1905: Medalla Helmholtz; 1914: Gran Cruz de la Legión de Honor francesa, grado de Comendador; 1915: Cruz «Pour le mérite», Orden imperial alemana; 7 de Mayo de 1922: Medalla Echegaray, Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y la Medalla Plus Ultra, en abril de 1926.
Reconocimientos
Mención aparte merecen los nombramientos de Doctor Honoris Causa de las universidades de Clark, Boston (EEUU), La Soborna (Francia) y Cambridge (Inglaterra), en 1899. Nombrado presidente de honor de la Real Sociedad Fotográfica de Madrid, en 1890.
El gobierno español, en 1900, después de haber recibido el Premio Internacional Moscú, abrió para él, el Laboratorio de Investigaciones Biológicas, como respuesta a la demanda del pueblo y de la prensa. Esto dio origen a la Escuela Española de Neurohistología, convertido en uno de los mejores centros científicos del país. Fue nombrado en 1900 director del Instituto Nacional de Higiene Alfonso XII.

Obras de Ramón y Cajal
Después de recibir el premio Nobel, Ramón y Cajal, publicó “Estudios sobre la degeneración y regeneración del sistema nervioso”, “¿Neuronismo o reticularismo?: Las pruebas objetivas de la unidad anatómica de las células nerviosas”, además de otras obras biográficas.
Ramón y Cajal murió antes de revisar y corregir este texto, que había sido encargado por una revista alemana. Prefirió adelantarse y publicarlo en España. Luego apareció en francés y alemán.
El Instituto Cajal, en 1954, preparó y publicó una nueva edición, en ocasión del primer centenario de la muerte de Ramón y Cajal. “Histología del sistema nervioso del hombre y los vertebrados”, completada en forma de fascículos y publicados entre 1897 y 1904, éstos fueron traducidos al francés, lo cual contribuyó mucho a su conocimiento y fama internacional. En 1876 se compró su primer microscopio.
Logró el puesto de Director de Museos Anatómicos de Zaragoza. Fue catedrático de Anatomía Descriptiva de la Facultad de Medicina, en Valencia 1882, allí se encargó de estudiar la epidemia de cólera en 1885, cuando la ciudad estaba padeciendo de este terrible mal. (Ver artículo: Ramón J. Sender)
Se fue a la Universidad de Barcelona y ocupó la Cátedra de Histología, de la Facultad de Medicina. Santiago Ramón comenzó su trabajo investigativo, a partir del interés que tenía en las artes visuales, así como por la fotografía; hasta logró inventar un método para hacer fotos a color.

Sin estos inicios artísticos, su trabajo posterior, posiblemente no habría tenido tanto impacto. Era un científico y artista al mismo tiempo, que ilustró sus trabajos de manera brillante. Ocupó la cátedra de Histología e Histoquímica Normal y Anatomía Patológica de la Universidad Central de Madrid, en 1892, (Universidad Complutense de Madrid).
Laboratorio
El gobierno español le creó en 1901 un moderno Laboratorio de Investigaciones Biológicas, allí trabajó hasta 1922, año de su jubilación y en el que se dedica a extender su labor en el Instituto Cajal, llamado así en su honor, en donde mantuvo su labor de investigador científico, hasta su muerte.
“Psicología de Don Quijote y el quijotismo” (9/3/1905), fue un breve ensayo, utilizado como discurso en la Facultad de Medicina del Colegio de Cirugía de San Carlos.
En 1907 fue presidente de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas. Su labor fue reconocida internacionalmente, trascendiendo a tiempos actuales. Publicó el libro Fotografía de los colores, bases científicas y reglas prácticas, en 1912, previniendo el futuro de la fotografía cromática, o a color. (Ver artículo: Francisco de Goya)
Renunció a la dirección del Instituto Nacional de Higiene en 1920, año en que el rey Alfonso XIII autorizó fundar el Instituto Cajal de Investigaciones Biológicas. En el mismo, Santiago Ramón se dedicó a las investigaciones científicas hasta su muerte, luego de retirarse de la docencia universitaria.
Recuerdos de mi vida
Es una completa aproximación de la vida y obra de Santiago Ramón y Cajal. Se había publicado en dos partes: “Mi infancia y juventud” y “Mi labor científica”.
La segunda edición (1899), recoge el discurso pronunciado en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, en 1897, documento valioso y poco conocido, conocido como el Post-scriptum; que fuera posteriormente recopilado en el libro “Reglas y consejos sobre investigación científica”.
En estas líneas Santiago Ramón y Cajal, manifestó su amor y preocupación por España, como nunca antes lo había hecho ningún escritor español.
Charlas de café
Libro que se refiere a temas de interés público, con un estilo sencillo, que nos muestra la cara más humana de Santiago Ramón y Cajal, también puede ser la menos conocida, que provoca mucho interés, tomando en cuenta que el autor fue una de las mentes más polifacéticas de España, además de ser un hombre intelectual, de su tiempo.
Es un libro dividido en 11 capítulos, que tratan sobre la amistad, el amor, la vejez, dolor y muerte:
1.- Sobre la amistad, antipatía, ingratitud y el odio; 2.- Temas sobre el amor y las mujeres; 3.- Sobre la vejez y el dolor; 4.- Muerte, inmortalidad y gloria; 5.- El genio, talento y necedad; 6.- La conversación, polémica, opiniones, oratoria…; 7.- El carácter, moral y costumbres; 8.- Pedagogía y educación; 9.- Literatura y el arte; 10.- Sobre política, guerra, temas sociales, etc…; 11.- Pensamientos humorísticos y anecdóticos.
El trabajo “Neuronismo o reticulismo”, publicado en la revista científica Archivos de Neurobiología, en 1933, considerado su testamento científico, se desarrolló en ese período de intensa actividad científica.
Creador de importantes contribuciones al campo de la histología y la patología del sistema nervioso, seguidas por importantes discípulos como J.F. Tello, D. Sánchez, R. Lorente y otros.
“El mundo visto a los ochenta años”, fue la última obra literaria de Santiago Ramón, la cual terminó poco antes de su muerte, en 1934. Está dividida en tres partes: Delirio de la velocidad, Degeneración del arte y Consuelos de la senectud.
Aportes
Cajal, en 1888, aseguró que las neuronas estaban unidas por contigüidad y no por continuidad. Poco después su teoría más impresionante, la ley de polarización dinámica, postulaba que la transmisión del movimiento nervioso es unidireccional, dependiente de las relaciones entre las neuronas y el comienzo de la excitación.
Ejerció gran influencia en la década de 1890, con sus trabajos e investigaciones científicas. Fue fundador de la neurobiología moderna, describiendo las estructuras del tejido nervioso, postulando los principios básicos y fundamentales de su funcionamiento, como la unidad celular y las conexiones nerviosas.
Nos dejó como legado primordial la doctrina de la neurona, en 1891, estableciendo que la neurona es la unidad estructural y funcional del sistema nervioso, son células individuales de tres partes, la dendrita, el soma y el axón.
Hizo grandes aportes en el aspecto metodológico, como el método ontogénico, el mejoramiento en los métodos de tinción o coloración, además del método filogénico, entre otros.
Aportes a la neurociencia
Para Santiago Ramón, su “año cumbre” fue 1888, al descubrir los mecanismos, que rigen la morfología y las conexiones entre las células nerviosas de la materia gris, que conforman el sistema nervioso cerebroespinal, postulando su teoría de las neuronas.
Esta teoría la aceptó el Congreso de la Sociedad Anatómica Alemana, en Berlín 1889 y continúa siendo utilizada como marco conceptual, para el análisis e interpretación del funcionamiento del sistema nervioso.
Hay que reconocer el gran trabajo de Santiago Ramón al llegar a esta postulación, no le fue nada fácil, ni fue poco el tiempo necesario para llegar a la formulación de la teoría.
¿Qué descubrió Santiago Ramón y Cajal?
Presentó su esquema estructural del sistema nervioso, formado por un conjunto de unidades discretas y definidas, a la que llamó “doctrina de la neurona”, en la que destacó la ley de polarización dinámica, explicando la transmisión en un solo sentido, del impulso nervioso.
La doctrina de la neurona formulada en 1891, postulaba que la neurona es la unidad estructural y funcional del sistema nervioso, células individuales con tres partes, la dendrita, el soma y el axón.
Su gran afición por las técnicas fotográficas le hicieron fabricar unas placas, en 1878, que mejoraban la sensibilidad de las fotos instantáneas, éstas sólo necesitaban tres segundos, en vez de tres minutos, que tardaban con las placas de colodión húmedo, que se utilizaban.
Cuando mostró los resultados de su ensayo en una corrida de toros, los medios profesionales lo alabaron, fue todo un éxito en Zaragoza. Lamentablemente no hubo un socio que capitalizara el invento, cuando decidió hacerlo, Santiago Ramón, ya Thomas Alva Edison había patentado un aparato parecido basado en los mismos principios.

Otro invento resaltante fue la mejora del gramófono o fonógrafo de Edison. Hasta ese momento, el aparato no reproducía bien la voz, por lo que Ramón y Cajal se dispuso a probar, a partir de las técnicas de emulsión fotográfica, la grabación de las ondas sonoras en un sentido plano, y trazó sobre un disco de cristal, cubierto de cera, una raya concéntrica, que amplificaba y mejoraba el timbre de voz.
Esta vez faltó un técnico o mecánico de precisión, que entendiera la idea y construyera el disco en metal, por tanto, Ramón y Cajal, tuvo que abandonar el proyecto.
Reglas y consejos sobre la investigación científica
Es una obra publicada en 1899, fruto de la sabiduría y las reflexiones de Santiago Ramón y Cajal, que mantiene una pulcra vigencia, aun cuando ya han pasado casi 120 años.
Reglas y consejos sobre la investigación científica, se originó después de un discurso pronunciado por el autor, en ocasión de su incorporación a la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España, el 5 de diciembre de 1897.
Tal como lo dice su título, sirve para ayudar a los jóvenes investigadores que están empezando en el campo científico, orientándolos con consejos y recomendaciones para el trabajo en laboratorios.
Así mismo, se refiere al papel que juegan, tanto el científico en la sociedad, el Estado como formador y promotor de trabajos científicos, más el entorno social y político de España, que influyen notablemente en la producción y efectividad de las investigaciones científicas, que aporten beneficios tanto a nivel local como mundial.
Se editó por primera vez en forma de respuesta del Dr. Julián Calleja, en el Pleno de la Real Academia de Ciencias.
La segunda edición, fue en forma de libro, en 1898, por el Dr. Enrique Florencio Lluria Despau. Después, la imprenta Fortanet, en 1899; la Imprenta y Librería de Nicolás Moya, Madrid, en 1913, la editó notablemente corregida y aumentada; Librería Beltrán, Madrid, 1940, editado como un libro consagrado a la juventud española, se le agregó el subtítulo “Los tónicos de la voluntad”; Espasa-Calpe, en 1991, España.
Serie de televisión
Ramón y Cajal: Historia de una voluntad, fue el título de una serie de televisión española, estrenada en 1982 y dirigida por José María Forqué, por Televisión Española (TVE). Muestra la vida de este gran científico español, ganador del Premio Nobel de Medicina, en 1906.
Está compuesta de 10 capítulos, divididos así: el primero, de carácter documental, que contiene entrevistas a los familiares, descendientes directos de Santiago Ramón; los restantes nueve capítulos, de tinte dramático, basados en la novela de Santiago Lorén, médico y escritor español.
Nos recrea la vida de Santiago, con ochenta años de edad, contando su nacimiento e infancia, en Petilla de Aragón, su matrimonio con Silveria Fañanás, hasta que fue justamente reconocido, para otorgarle el Premio Nobel de Medicina, en 1906.
Fue rodada en Zaragoza, Huesca, Barcelona, Valencia, Alcalá de Henares, Elche y Madrid. Fue galardonada con un TP de oro, de la Revista Teleprograma, en 1982, al mejor actor, Adolfo Marsillach; Fotogramas de Plata, 1982, de la Revista Fotogramas, nominando a Adolfo Marsillach, como Mejor intérprete de televisión.
¿Ramón y Cajal era masón?
Ingresó a la logia masónica Caballeros de la Noche, del Gran Oriente Lusitano, en 1877, recién doctorado de la Universidad de Madrid. Es el miembro No. 96 y su nombre simbólico es Averroes, como el médico andalusí. (Ver artículo: Napoleón Bonaparte)
Matrimonio e hijos
El 19 de julio de 1879 se casó con Silveria Fañanás García, con la que procreó siete hijos, a lo largo de 51 años de convivencia tranquila. Sus hijos, Santiago, Felina, Pabla Vicenta, Jorge, Enriqueta, Pilar y Luis. Dos de ellos, Santiago y Enriqueta, fallecieron antes que Ramón y Cajal.
Muerte
Santiago Ramón y Cajal falleció el 17 de Octubre de 1934, a consecuencia de un ataque cardíaco, derivado de una enfermedad intestinal agravada. Se encontraba en compañía de amigos y familiares, tal como el lo deseaba. Sus restos reposan en el Cementerio de la Almudena de Madrid, junto a los de su esposa.
Frases de Santiago Ramón y Cajal
En su obra “Charlas de Café”, Ramón y Cajal, nos regala una sucesión de reflexiones, pensamientos, citas, anécdotas y confidencias, que nos proyectan su lado mas humano y menos conocido del autor.
“Las cabezas deben juzgarse como los bolsillos. Al hacerlas sonar con las sacudidas de la conversación, advertimos enseguida que unas contienen el oro de la sabiduría y del ingenio, y otras la calderilla de la vulgaridad y de la rutina”.
“Por lo general, sólo son sinceras las opiniones expuestas en las tertulias íntimas, formadas por escasas personas. En cuanto hay galería y teatro, todos somos un poco histriones”.
Otras, referidas a diversos temas:
“Las ideas no duran mucho. Hay que hacer algo con ellas”.
“Como hay talentos por el estudio, hay tontos entontecidos por desuso.»
«Es preciso sacudir enérgicamente el bosque de las neuronas cerebrales adormecidas; es menester hacerlas vibrar con la emoción de lo nuevo, e infundirles nobles y elevadas inquietudes.»
«Todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro.»
«O se tienen muchas ideas y pocos amigos, o muchos amigos y pocas ideas.»
«Las neuronas son células de formas delicadas y elegantes, las misteriosas mariposas del alma, cuyo batir de alas, quién sabe si esclarecerá algún día el secreto de la vida mental.»