Una figura imponente indudablemente para la historia, Adolf Hitler, fue el Canciller imperial a partir de 1933 y Führer (líder) de Alemania comenzando en 1934 hasta el día de su muerte en 1945. A pesar de ser un influyente político y militar, fue un artista frustrado.
Hitler, Biografía y su Historia
Adolf Hitler nació el 20 de abril de 1889 en Braunau am Inn, en Alta Austria. Su padre, Alois Hitler, fue un funcionario de aduana, muy severo y su madre Klara Pölzl. Estos eran primos y para casarse tuvieron que pedir permiso a la iglesia.
Él fue el tercer, de cinco hijos; sólo él y su hermana Paula llegaron a la adultez, además de dos hijos de Alois, que tuvo en otro matrimonio, Alois Jr., y Angela.
El nombre Adolf significa “lobo noble” en alemán antiguo. Formando uno de sus apodos, siendo Wolf o Herr Wolf, utilizado solo por amigos íntimos. Incluyéndolo en los nombres de varios de sus cuarteles dispersos por Europa continental.
El Mostacho, la altura y el peso de Hitler
Su color de ojos era azul, el de su cabello marrón y su piel blanca, su altura era de 1.75 metros, lo cual era un poco baja para el promedio de esa época, llegó a pesar 72 kilogramos.
Su mostacho era bastante peculiar y se sentía muy orgulloso de él, tanto que en 1923, el secretario de prensa trató de convencer a Hitler para que se afeitara o lo dejara crecer, replicándole:
“No te preocupes por mi bigote. ¡Si no está a la moda ahora, después lo estará, porque yo lo llevo!”.
Niñez y Adolescencia de Hitler
Adolf Hitler fue gran estudiante en colegio, pero en sexto grado, fue reprobado repitiendo el año. Un poco más grande fue consumido por las obras de Leopold Poetsch, influyendo notablemente en su mentalidad. A los dieciséis años, Hitler ya era un apasionado nacionalista, aborrecía la diferencia racial.
En su libro, Hitler indica que su desempeño era una rebelión contra su padre, el cual quería que ingresara a en la administración pública; en contra de su deseo que eran las artes visuales, causando grandes peleas entre ellos. Tras la muerte de su padre el 3 de enero de 1903, no mejoró sus calificaciones.
A los dieciséis años, Hitler abandonó la secundaria excusándose con una enfermedad probablemente exagerada, convenciendo a su madre de no poder seguir sus estudios, quedándose sin un título, con buenas calificaciones en el área de dibujo y convencido de que su futuro estaba en la pintura.
Religión de Hitler
Hay versiones imprecisas sobre la religión de Hitler, con respecto a su concepto y sus vinculaciones con las iglesias. Según Max Domarus, cerca del año 1937, Hitler no creía en un omnipotente, pero siguió utilizando «Dios» en sus discursos.
Hitler Católico
Se ha comprobado que, su familia quería criarlo como creyente, a lo cual se negó rotundamente, clasificando a la religión como algo digno de los esclavos, ademas muy en contra de su doctrina.
Hitler Judío
Se dice que Adolf tenía alguna ascendencia de sangre judía. Una hipótesis era que su abuela, la madre de Alois Hitler, fue contratada como criada en una familia judía, el la cual uno de sus integrantes específicamente Leopold Frankenberger, vendría siendo el padre de Alois.
Juventud de Hitler
Durante tres años, Hitler se estuvo en Linz sin hallar empleo, gran cantidad de veces junto a August Kubizek. Fue ahí donde el joven sonsacó a su madre para volverse un artista, al cumplir diecisiete.
Hitler viajó a Viena por primera vez, quedándose por dos meses y visitó la Academia de Bellas Artes, buscando requisitos para entrar. Regresó para presentar la prueba de admisión, con resultados negativos. El siguiente año lo intentó de nuevo, sin cambios.
El rector le aconsejó intentar con la arquitectura, pero era muy difícil que fuera admitido sin haberse graduado del colegio. Se mantiene viviendo con su madre, la cual agonizaba debido al cáncer de mama que padecía, causante de su muerte el 21 de diciembre de 1907, afectándolo extremadamente debido a su apego a ella.
Esto causa que vuelva a Viena a mediados de febrero de 1908. En ese lugar se ganaría la vida: barriendo la nieve, cargando las maletas y siendo obrero de construcción.
Un año después de su llegada, su vida se empobreció y los días en albergues comenzaron, por el despilfarro del dinero, y de rechazar los argumentos para que hiciera carrera en la administración pública.
En el invierno de 1910, su situación económica cambió, el último regalo de su tía dio frutos, siendo este pintar cuadros de acuarelas, con lo cual se mantuvo hasta que partió rumbo a Múnich en el 24 de mayo de 1913, junto a Rudolf Häusler (compañero de habitación).
Tuvo que esperar a cumplir los veinticuatro años, para cobrar la herencia paterna, siendo la razón primordial evitar el servicio militar, aplazada desde 1909. No quería estar con eslavos y judíos, a pesar de sentirse inspirado por el ejército germano.
Hitler y la Primera Guerra Mundial
Hitler se mudó a Múnich, Alemania, en mayo de 1913 financiado por la última cuota de la herencia de su padre. Siguió a la deriva, viviendo de arte hasta que el 28 de julio de 1914 comienza la Primera Guerra Mundial, presentándose como voluntario en el Ejército alemán.
En tres meses fue enviado al frente occidental. Era considerado un soldado excepcional, pero despreciado por sus iguales por su actitud poco crítica hacia los superiores. Condecorado dos veces: con la Cruz de Hierro de 2 segunda clase en el año 1914, y la Cruz de Hierro de primera clase en el año 1918.
En octubre de 1916, al norte de Francia, fue herido en la pierna, regresando en marzo de 1917. Recuperado de la herida regresa profetizando que Alemania perdería la guerra a causa de los judíos y los comunistas, acusándolos de no prestar servicio militar y robar a la nación.
En octubre de 1918, quedó atascado en un ataque británico de gas tóxico, donde quedó temporalmente ciego. El 11 de noviembre ya estaba medianamente recuperado, cuando recibió la noticia del armisticio del y que la guerra se había perdido.
El fin de la guerra fue un desastre emocional, Hitler cuenta que se derrumbó y dijo: “Todo se hizo negro de nuevo ante mis ojos”. Entonces, ahí fue donde descubrió que el objetivo de su vida era lograr la redención de Alemania.
Con la perdida nació el Tratado de Versalles, imponiendo reparaciones de guerra y otras sanciones perjudiciales para el país, declarando que Alemania fue la causante de la Primera Guerra Mundial.
Se culparon a los socialdemócratas como los culpables de la perdida de la guerra, llamándolos «los criminales de noviembre». alegando que los políticos, socialistas y comunistas habían traicionando a ejercito como en la leyenda de la puñalada en la espalda»
Hitler y el Ocultismo
Hitler tenía mucha curiosidad. Sus variados conocimientos no los había obtenido de forma ordenada o bajo mandamiento.
Le llamaba enormemente la atención las doctrinas esotéricas y ocultistas, de diversos autores como Guido von List o Hanns Hörbiger, los cuales unían ciertas teorías científicas con elementos oníricos, nacionalistas y racistas.
En cuanto a sus influencias personales se mención a menudo Henry Ford, Friedrich Nietzsche, Martín Lutero, a quien consideraba, junto a Richard Wagner y Federico el Grande, como alemanes verdaderamente “grandes”.
En conjunto de libros de caracter militar, de escritores nacionales antisemitas como Jörg Lanz von Liebenfels, Paul de Lagarde o Hans F. K. Günther.
Le gustaba impresionar con citas de Julio César y William Shakespere. Era capaz de memorizar en forma duradera informaciones esenciales, incluso muchos detalles, intercalándolas en sus discursos, conversaciones o monólogos.