Arthur Schopenhauer se considera como uno uno de los pensadores y filósofos más brillantes del siglo XIX, que ha sido tratado injustamente por la historia. Schopenhauer ha sido bautizado como el filósofo del pesimismo, que le permitió ir en contra del idealismo alemán.
Se desarrolló en diversos temas como el arte, la voluntad, la naturaleza y el espíritu, este tomo al filósofo Kant como inspiración, pero Schopenhauer decidió seguir por un camino diferente, donde dejo de lado la estética trascendental y se desenvolvió en la metafísica de las cosas.
Biografía de Schopenhauer
Arthur Schopenhauer vino al mundo el 22 de febrero del año 1788, proveniente de una acondicionada familia de Danzig. Su padre fue Heinrich Floris Schopenhauer, un triunfante comerciante introdujo a su hijo en el mundo del comercio, lo que le llevo a realizar extensos viajes por Europa, específicamente Francia e Inglaterra.
Su madre fue Johanna Henriette Trosenier, la cual fue una escritora que logro cierta fama organizando veladas retóricas en la ciudad de Weimar. El joven Schopenhauer asistía a estas reuniones, donde se le dio la oportunidad de relacionarse con grandes personajes de la época como Goethe y Weiland.
Cabe destacar, que la madre tenía un carácter extrovertido y dichoso que chocaba con la sequedad e introversión de su hijo. Esto causo que la relación entre ambos se tornara conflictiva. Cuyo rasgo de la personalidad de Schopenhauer se manifestó en el trato con su hermana Adele, que era menor que este.
Poco tiempo después, la familia se mudó a la ciudad de Hamburgo. Debido a la influencia critica de su padre y en contra de sus propios intereses, Schopenhauer tomo la carrera de comercio en disposición de aprendiz, donde meses más tarde moriría su padre, posiblemente por suicidio. Sin embargo, Schopenhauer siempre mantuvo buenas relaciones con su padre, donde algunos afirman que en sus escritos agradece su autonomía económica a su predecesor, la cual le permitió llevar a cabo su verdadera vocación.
Luego de este suceso la familia se re ubica en Weimar. Donde la madre pudo dedicarse mejor a sus organizadas reuniones literarias, mientras que Schopenhauer, decidió permanecer en Hamburgo con el objetivo de desarrollarse como comerciante. Decisión que duro poco, ya que antes de llegar a los veinte años de edad, este decidió abandonar definitivamente el comercio para ir a estudiar a la universidad.
De esta forma, se inscribió como estudiante para la carrera de medicina en la Universidad de Gotinga, donde estudio varios cursos. En ese lugar hizo amistad con Schulze, un profesor de filosofía que le sugirió emprender el estudio detallado de Platón y Kant, donde luego complemento estos estudios con las obras de Aristóteles y Spinoza.
Luego de que se adentrara en el pensamiento de estos intelectuales, Schopenhauer despertó su vocación por la filosofía, cosa que lo llevo a mudarse a Berlín, donde estudió para cursar las clases de Fichte y Schleiermacher; sin embargo aunque estos filósofos eran populares en aquel entonces, este se sintió decepcionado de ellos.
Este a pesar de haberse cambiado a la facultad de filosofía, Schopenhauer también curso estudios de filología clásica y de Historia, donde también decidió tomar un buen número de cursos de ciencias naturales, ya que este pensaba que tales conocimientos ampliaban y fortificaban su formación filosófica.
Debido a que en esa época ocurrían los combates en contra de la invasión de Bonaparte, Schopenhauer tuvo que irse de Berlín, donde luego paso una estancia con su familia, para finalmente residir en Rudolstadt. Lugar donde terminó de redactar su tesis que título “Sobre la cuádruple raíz del principio de razón suficiente”, escrito que le valió su título de Doctor por la Universidad de Jena.
En años posteriores regresó a Weimar, donde gozo del agrado de relacionarse con Goethe y entablar amistad con el orientalista Friedrich Majer, quien lo implantó en la añeja filosofía hindú. Schopenhauer usualmente sostenía platicas con Goethe sobre temas relacionados con su Teoría de los colores, que condujo a Schopenhauer a producir su propia teoría sobre el tema.
Schopenhauer durante toda su vida mostró un gran respeto y admiración por Goethe, Homero, Shakespeare y famosos escritores del Siglo de Oro español, donde tuvo la oportunidad de traducir al alemán, las obras de Baltasar Gracián, personaje muy admirado por él y quien citaba siempre en español.
Casa conocida de Schopenhauer
El denominado pensamiento schopenhaueriano habrá surgido de la combinación de las enseñanzas brahmánicas y búdicas con las educaciones de Platón y Kant, sistema que quedó moldeado en su obra fundamental titulada “El mundo como voluntad y representación”. Schopenhauer escribió esta obra durante cuatro años, concluyéndola en 1818.
Schopenhauer tuvo grandes expectativas acerca de su obra, la cual resultó un terminante fracaso. Tanto fue así que tras nueve años de estrenada la obra aún quedaban más de 200 copias en la editorial, los cuales estaban siendo reciclados.
En el año 1819, luego de sus viajes por Europa, paso por una crisis financiera, donde se vio obligado a volver a Alemania, donde decidido ejercer como docente en la Universidad de Berlín, trabajo que no le duro mucho. Durante este periodo Schopenhauer tuvo una expresa intención de competir con Hegel, el cual para la época era muy popular y considerado como el filósofo oficial de la nación.
Posterior a esto hubo una época donde existió una epidemia de cólera, que cobro la vida de muchas personas, entre ellos Hegel, por lo que Schopenhauer tuvo que huir del país para luego instalarse en Fráncfort, lugar donde llevo una vida retirada durante muchos años.
Después de casi diez años sin publicar nuevas obras, este tomo la decisión de publicar nuevos trabajos, donde utilizo a la prensa para demostrar su obra “Sobre la voluntad en la naturaleza”, que se dedicó a mostrar las coincidencias de las diversas ciencias con las enseñanzas de su filosofía. También el siguiente año, presentó su obra “Sobre la libertad de la voluntad humana” la cual gano un premio.
Finalmente en el año 1844 vio la luz, con la publicación de su segunda edición de su obra fundamental, la cual fue ampliamente aumentada con diversas adiciones y con un segundo tomo. Esta publicación dio lugar que el autor ganara algunos seguidores y a algunas reseñas positivas.
En los últimos años de su vida dio a conocer su colección de ensayos y aforismos publicada bajo el mote de Parerga y paralipómena. Obra que le permitió a Schopenhauer alcanzar finalmente la fama y el renombre que por tanto tiempo se les fue privado. Lastimosamente no pudo disfrutar mucho del prestigio, ya que Schopenhauer producto de sufrir de un paro cardio-respiratorio el 21 de septiembre de 1860.
Frases y pensamientos de Schopenhauer
Schopenhauer, poco tomado en cuenta al principio por la creencia de su ideología alemana, se basó en la influencia crítica del autor Kant. No obstante, mientras que Kant según su crítica negaba absolutamente la posibilidad de conocer las cosas en sí, Schopenhauer mantuvo que mediante la reflexión era posible adherirse al conocimiento fundamental del yo.
A partir de este principio metafísico o pensamiento filosófico, creo lo que se llamo voluntad o mejor conocida como la voluntad de vivir. Llego a resumir y concluir los doce conceptos del entendimiento, propuesto por el sistema de Kant a uno sólo.
Este lo llamo el principio de razón suficiente, que se dividió a su vez en cuatro partes: el principio de razón suficiente del acontecer que proviene de representación empírica, el principio de razón suficiente del conocer que se asocia a la lógica, el principio de razón suficiente del ser asociado al conocimiento científico como la geometría y la aritmética, y finalmente el principio de razón suficiente del producir que se concluye como el conocimiento del yo.
El termino de voluntad, en el exacto sentido de la lógica de Schopenhauer, no se refiere a la psicología del poseer sino que más bien se basa en un ser o propiedad de forma metafísica cuya relación sensitiva es el mundo de los fenómenos. En consecuencia ese mundo que se contradice de la Voluntad, está sujeto indefectiblemente a las coordenadas establecidas por el principio de la ley de causalidad, no es más que la Voluntad misma objetivada que se entiende como representación.
En conclusión Schopenhauer, no aprueba el suicidio como camino para el escape del mundo, ya afirma que el suicida no se resigna a la vida misma, sino a la que le ha tocado vivir en situaciones desfavorables. Por lo tanto, el filósofo solo reconoce tres alternativas como viables, para la perdida de voluntad que son, la admiración de una obra de arte como hecho desinteresado, la práctica de la compasión, en contra de su ética y la negación personal del yo mediante una vida virtuosa.
En otros ámbitos, Schopenhauer fue el primer filósofo occidental que tomo en cuenta los pensamientos del Oriente, además de ser de los primeros en declararse abiertamente ateo. Su originalidad y pensamiento característico sirvió como fuerte influencia en autores de la talla de Friedrich Nietzsche, Sigmund Freud, Thomas Mann, Ludwig Wittgenstein, Hans Vaihinger, Jorge Luis Borges, entre otros grandes pensadores de la época.
En este sentido, cabe destacar los innumerables pensamientos y frases que este nos dejó a lo largo de su vida, seguramente influenciados tanto por la cultura occidental como Oriental, de tal modo que recordamos números de sus frases a continuación:
- La felicidad es solamente la ausencia del dolor.
- La vida es sólo la muerte aplazada.
- El hombre ha hecho de la Tierra un infierno para los animales.
- Cada partida es una anticipación de la muerte y cada encuentro una anticipación de la resurrección”.
- A excepción del hombre, ningún ser se maravilla de su propia existencia.
- De vez en cuando se aprende algo, pero se olvida el día entero.
- El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros los que las jugamos.
- Hay seres de los que no se concibe cómo llegan a caminar sobre dos piernas, aunque eso no signifique mucho.
- La soledad es la suerte de todos los espíritus excelentes.
- Las religiones, como las luciérnagas, necesitan de la oscuridad para brillar.
- No hay ningún viento favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige.
- Pocas veces pensamos en lo que tenemos; pero siempre en lo que nos falta.
- Se dice que la maldad se expía en aquel mundo; pero la estupidez se expía en éste.
- Toda vida es sufrimiento.
- Los hombres vulgares sólo piensan en cómo pasar el tiempo. Un hombre inteligente procura aprovecharlo.
Filosofía
La filosofía, así como las aportaciones a la psicología de Schopenhauer debe ser juzgada desde su crítica a la religión especialmente al cristianismo y como reacción en contra del idealismo absoluto, que en aquella época empezaba a dominar la cultura alemana, la obra de Schopenhauer, donde más evidenciamos su pensamiento filosófico es “El mundo como voluntad y representación” cuya filosofía parte de un primer pensamiento básico, donde plantea al ser como voluntad, y afirma que el ser quiere ser, y que el ser es esa voluntad que quiere ser siempre voluntad.
La voluntad en si es un continuo acontecer en el que se alega que querer es vivir, ya que todos los seres se funden en la única voluntad de esto, y afirman que esto ocurre inconteniblemente; el determinismo absoluto es la expresión de esta disolución de los múltiples en la serialidad del devenir, por ende todo momento del devenir proviene de un instante anterior y va hacia un instante siguiente; en la serie del proceso todo tiene un juicio completo de su ser.
Si el determinismo oprime el transcurso del acontecer de la voluntad, ésta se torna irracional, por ende no hay razón de ser en la voluntad; el proceso del devenir es un proceso necesario pero la existencia de la voluntad es circunstancial; la voluntad es una razón de ser pero no hay razón de ser de en voluntad, como ejemplo tenemos la frase “la no existencia del mundo es tan posible como su existencia”.
La voluntad es ciega, por ende no ve lo que hace, no es inteligencia de actuar sino actuar sin inteligencia; en su creación no tiene odio ni amor, ya que es insensible para con su obra, sólo quiere repetirse, volver a ser lo que ya era. Esta voluntad se encuentra dividida en singularidades, en las que se equipara y lucha contra la voluntad única, formando sus objetivos, de forma que progresivamente esta crece, así como el querer vivir.
El carácter más elevado de objetivación del querer es vivir proviene del hombre; la mente humana es la deliberación del querer vivir sobre sí mismo, la visión que uno mismo tiene queriendo vivir, corresponde a la representación de la voluntad. En la mente humana se produce la revelación de la voluntad en una representación que se divide en un objeto de permanente acontecimiento y un sujeto estable y permanente inobjetable.
Aun cuando originalmente la conciencia humana sea tan sólo la visión de la voluntad y aunque el yo individual no sea más que una afirmación de que ella es también para el hombre la ocasión de afianzarse al horror; la conciencia se protege del mismo por medio de la admiración pura, en la que el sujeto se separa y diferencia de su yo individual y se convierte su propio ser donde la visión que tiene como objetivo no el horror instaurado de la voluntad, sino la representación del mismo para el conocimiento.
De la proposición del carácter circunstancial de la voluntad surge la pregunta sobre el valor y sentido de la existencia, si la voluntad no tiene en cuenta al hombre es razonable que éste se pregunte cual es el interés que tiene para él su ser cuyo aleatorio origen es la voluntad; se trata de saber si la vida vale la pena o, en todo caso, si el acumulado de bienes que proporciona compensa de los dolores y sufrimientos que trae la misma.
La impugnación de Schopenhauer radica en obstaculizar el valor de la existencia de modo decisivo, este afirma que la vida es dolor, expiración y desdicha, y por ende la existencia no tiene sentido. La única salvación que el hombre puede esperar es la de su sosiego en la nada. Toda la obra y moral de Schopenhauer está basada sobre la proyección de la vida como dolor y sufrimiento.
Arte
Para Schopenhauer el arte instaura una forma de comprensión predilecta, una noción de origen metafísico que tiene que ver con la admiración relegada de las ideas, es decir, de aquello que es inquebrantablemente real y no puede perecer.
El arte, en conjunto con la ética y el misticismo, compone dentro de la filosofía de Schopenhauer, una de las potenciales soluciones a la llamada desdicha del mundo.
El arte es una forma de comprensión, en la cual se aprecia el tema de la estética que está unida al tema del estudio del conocimiento, ya que la noción del mundo por el arte, y la apreciación estética de lo real, cobra sentido para Schopenhauer. Por último tomamos en cuenta que este imagina el arte como el único medio de transmisión de aquella verdad contenida en la intuición.
El mundo como voluntad y representación
El nombre de “El mundo como voluntad y representación” es el título que lleva la obra principal del famoso pensador alemán Schopenhauer, la cual es razonada como la más compleja manifestación del pesimismo filosófico y que ha servido como influencia en multitud de pensadores y autores, como lo fueron Freud, Nietzsche, Karl Popper y Borges.
Schopenhauer se fundamenta primordialmente para la ejecución de su obra en la ideología de Kant, así como menormente de otros filósofos como Platón y Berkeley, aunque también existieron atribuciones de filosofías hinduistas y budistas. El propósito final de la obra es la explicación íntegra del mundo en todos los aspectos y bajo todos los puntos de vista, tarea que aborda a través de las concepciones de voluntad y representación.
Esta obra es, sin lugar alguno, la más famosa de Schopenhauer, la cual publico en primer lugar en 1819, y no fue hasta un año antes de la muerte del autor, donde se publicó en su tomo final que incluía muchas correcciones y nuevos pasajes que ampliaban la misma. En ella, el filósofo alemán desarrolló y abarco todo su ideología filosófica, así como una ética de vida, basándose en la idea principal de que las personas son voluntad y su expresión es la representación. (Ver: Sigmund Freud)
Su primera edición no tuvo éxito en venta, tanto así que el editor la remató como papel de reciclable. Y no fue hasta muchos años más tarde, luego de la publicación su última obra “Parerga y paralipómena” en 1851, cuando la obra pasada se sobrevaloro en todo su esplendor, lo que le garantizo a su autor, la entrada al panteón de los ilustres.
Lastimablemente el éxito e influencia de la obra le llegaron tarde al autor, pero hoy en día nadie puede dudar de la importancia e influencia que tuvo esta obra en el pensamiento contemporáneo, tanto en el campo de la filosofía, como en el de las artes o la literatura. En la actualidad sus obras aún se siguen reproduciendo y traduciendo en muchos idiomas.
Pesimismo
Cuando se indica el nombre de Schopenhauer, suele pensarse sucesivamente en el pesimismo, ya que este fue precursor del mismo término. Pero, lejos de alcanzar la noción del mismo, se suele decir que este pensador, fue un hombre amargado que repudio al ser humano y al mundo en general, que fue adverso de las mujeres y propagador de un claro descontento de todo.
Por ello también es ambiguo y malévolo exhibir a Schopenhauer desde fracciones apartadas y arrancadas del contexto de su obra, con lo que se le presenta mediante una imagen inhumana e impostora. Por lo demás, un pensador que siempre llevo la contraria, que pensó contra todo incauto y fácil optimismo, convirtiéndose en un filósofo pesado y fatigoso.
Es como si nos indagáramos por el sentido de las cosas y de antemano esperáramos las respuestas más provechosas, las más delicadas; como si para los problemas que se nos proyectaran tuviésemos las mejores enmiendas y salidas definitivas. Sin embargo, sólo podemos hablar de magnos filósofos cuando sus especulaciones tienen todavía mucho que decir.
El arte de tener razón
Tratando el tema de Schopenhauer, que es un autor muy curioso, este era déspota en sus opiniones de temas cotidianos como la lógica, relaciones amorosas, entre otros. Por ejemplo Schopenhauer afirmaba que cuando teníamos una pareja buscamos en ella los atributos que nos faltan, para de esta forma engendrar un hijo perfecto. Así como otras temáticas relacionadas que parecen ser banales pero son el día a día del pensamiento social.
Por ende sus argumentos erísticos se centran en tener la razón o en ser percibido concluyentemente como acertado aunque no se tenga la razón. El objetivo general consiste en ganar la discusión en un conflicto.
De forma a la vez irónica y satírica, Schopenhauer exhibe en su obra una cadena de estratagemas o artimañas adaptables en las polémicas, soberanamente de la autenticidad de lo que se defiende. Esta labor, considerada como el primer estudio de una reflexión científica, no tuvo semejante en su tiempo valiendo además para ayudar a neutralizar estas estratagemas al reconocerlas en los oponentes. La dialéctica erística de Schopenhauer se opone a la lógica, que busca objetivamente la verdad.
La obra en su totalidad contiene una colección de extractos en los que Schopenhauer recopiló treinta y ocho estratagemas, o «trucos» conversatorios, razonamientos desleales y engañosos utilizados en las disputas cuando uno de los contendientes desea que prevalezcan sus alegaciones u opiniones propias sobre las de la contraparte, aun cuando se sabe que éstas son ilogicas, plausibles o sin razón alguna en el asunto que se esta discutiendo.
La estética
Schopenhauer nos enseña a través de sus obras lo que es la “estética”, es decir, aquella habilidad que vislumbra los medios para promover lo admirable y da reglas a lo que es el arte; su exigencia no es examinar alguna práctica o ejercicio definitivo, sino hacer filosofía, ocupar entonces una actitud puramente teórica. (Ver: Platón)
En estos términos, la estética nos pauta el pasaje para lograr la creación de algo bello y brinda a los artistas las reglas básicas, mientras que la metafísica de lo bello indaga el atributo intrínseco de la belleza desde dos puntos de vista que el sujeto que lo aprecia y que objeto que ocasiona tal experiencia.
Entonces, leyendo sus diversas obras donde nos plasma su teoría Metafísica de lo bello donde afirma que ahí averiguaremos qué es lo hermoso en sí, es decir, qué ocurre en nosotros cuando nos inquieta la belleza o gozamos de la misma. De esta forma, en la práctica estética se da un cambio de estructura de la díada sujeto y objeto, que aquí devienen puros.
Esta estética pura se describe como la pérdida de singularidad: las cosas individuales que acarrean el carácter de la limitación, no tienen un ser indudable y por ello son presa de un perpetuo acontecer.
Otro concepto que podemos tomar como un verdadero conocimiento del término, reside en Platón, que corresponde de lo inmutable, de lo que legítimamente es. En sus obras consideramos con la mirada puesta en aquella divinidad, y a partir de las ilustraciones acabamos en aquel que es comprensión no de otra cosa sino de la belleza absoluta, para que se dé a conocer finalmente la belleza en sí.
El existencialismo
El término de existencialismo empezó a finales del siglo XIX y se desarrolló hasta mediados del siglo XX. Donde sus principales promotores fueron: Nietzsche, Kierkegaard, Heidegger, Jasper, Albert Camus, Herman Hesse, Dostoyerski, y claro esta Schopenhauer.
Este hace un análisis sobre la coexistencia humana, la libertad, el compromiso y del significado real de la vida, donde afirma que para esta no existen las certezas, las reglas, o la moralidad, lo que sugiera que así tengas o no tengas moral de todos modos estas con vida.
Para Schopenhauer y los existencialistas en general, no existe nada de lo anterior, ellos sugieren que lo único que tienes que hacer es sobrevivir. El hombre es garante de todo lo que pase, nosotros somos los únicos responsables de nuestras acciones, emociones y fallos. El existencialismo plantea que debe existir una ética universal para todos en general, que proyecta que respete la libertad original, y que el ser humano tenga el compromiso de sus actos.
Schopenhauer afirma que su existencia precede a su esencia, en el existencialismo la existencia del hombre no tiene que ver con dos preguntas básicas, el por qué existo y para que existo, ya que las personas suelen depender de algún objeto.
Para el existencialismo lo que es la vida en general no tiene una explicación, la moralidad y el régimen de creencias del hombre son una molestia y una pérdida de tiempo. La existencia del hombre es más fuerte que la filosofía y opiniones. Las ideas salen rebasando, lo importante son los hechos, es decir que importa lo que haces, no lo que dices.
El arte de ser feliz
En el año 1822, Schopenhauer se inicio en la tarea de coleccionar sentencias, axiomas, y reglas para vida de pensadores y escritores en un cuaderno especialmente previsto para ello. Como resultado final desarrollo lo que llaman “El arte de ser feliz”, una verdadera reliquia que fue destacada de su legado filosófico, ya que resulto contraproducente buscar consejos sobre la felicidad entre las advertencias de un claro maestro del pesimismo.
Pero es esencialmente a partir de la idea pesimista de la vida que Schopenhauer nos propone indagar la perspicacia humana y la sensatez práctica para alcanzar la felicidad. En esta obra el autor recoge unas cincuenta reglas para ser feliz en la vida, que además nos enseñan que el pesimismo se puede ligar con los esfuerzos para llevar una vida feliz. En un ambiente laboral donde la desidia, la decepción, la falta de metas o, incluso, el hundimiento son parte del día a día.
La voluntad de vivir
Para Schopenhauer, no es la razón, sino la percepción el instrumento intelectual que facilita adherirse y cautivar el núcleo de la realidad. Entonces nos preguntamos qué compone este corazón, pues la voluntad de vivir. Esta voluntad es la realidad incondicional, fundamental, es la realidad sublime que lo rige todo.
La voluntad de vivir tiene carácter universal, un lanzamiento ilimitado, con pluralidad de manifestaciones: se exterioriza en la fuerza de la gravedad, en la plenitud de las plantas, en la energía animal, en la potencia de los deseos humanos. No obstante, a pesar de este juicio, existe un deseo de vida, con el mismo grado de intensidad que antes de levantarse el velo de la mentira.
El lanzamiento, el deseo anterior, era ciego, pero ahora es consecuente y considerado. Pero también existe su contra parte, la privación de la voluntad de vivir, cuando el propio conocimiento devasta ese querer seguir viviendo. Para Schopenhauer estamos encerrados en este mundo, arrimados al dolor, sin salvación figurada.
La felicidad
Según el autor, la felicidad es una fase circunstancial que no se puede alcanzar, ni se puede importunar, porque esta no existe. Sólo existe cuando la vemos en otras personas.
El termino felicidad, está en la mente de aquellos que han estado influidos por novelas y poesías y que no se han topado de frente con la vida. El joven humano se imagina que ese mundo que nunca ha visto se encuentra allí para que él lo pueda disfrutar, que es el albergue de una felicidad verdadera.
Según el pensador la felicidad se obtiene a partir de la ausencia de dolor y del disgusto, todo lo demás son valores añadidos sin importancia, ya que no hay verdaderamente locura mayor que perseguir goces y alegrías en vez de tratar de evitar la mayor suma posible de dolores.
De las mujeres
Schopenhauer elaboro un ensayo que tuvo por nombre «De las mujeres», el cual público en los últimos años de su vida. Este texto es una explicación apaciguada e idealista del por qué las mujeres son inferiores a los hombres, ya que claro está, este era una persona sumamente machista, y se ha convertido en un pequeño clásico de la literatura ascética. (ver también:Mao Tse Tung)
Este escrito lo elaboro en respuesta a un poema que escribió Schiller donde glorifica a las mujeres, al cual Schopenhauer señalo que sólo necesitas mirarla de la manera en que está compuesta, para ver que la mujer no se supone que haga grandes labores, ni mental ni físicamente. Luego de señalar que su elaboración pasa por aceptar el sufrimiento del parto y la sumisión al marido, este añade que las mujeres encajan directamente como niñeras y profesoras de nuestra infancia por el hecho de que ellas mismas son infantiles, y triviales; resumiendo, ellas son niños grandes durante toda su vida un tipo de intermedio entre la niñez y el hombre enteramente adulto, que es el hombre en el sentido estricto de la palabra.
Además este afirma en su texto, que el hombre consigue su madurez mental a los 28 años, mientras que la mujer a los 18 ya alcanzo esta etapa, por esta razón el hombre llega más lejos en su desarrollo psicológico que la mujer.
En la continuación de su dura crítica a la mujer Schopenhauer, alega que esta escasea de sentido de la justicia, en primera porque no razona, y en segunda porque al ser más débil que el hombre, la naturaleza las ha dotado con la estrategia del enmascaramiento para defenderse, así como también ser un sexo no estético.
En el resto de su obra termina diciendo que las mujeres carecen de sentido para apreciar la música, la poesía o las bellas artes, y cuando lo hacen, es mera afectación. Concluye alegando términos en torno a la monogamia, y el enorme perjuicio de que ésta le significa a las mujeres que no alcanzan a ser mantenidas por un hombre, y por lo tanto, Schopenhauer ampara la poligamia, donde el hombre puede tener varias parejas, pero la mujer no, como favorable para ellas mismas.
En conclusión a la obra y a su pensamiento personal, dicta que la mujer es por naturaleza sumisa al hombre, y que esto puede verse en el hecho de que cada mujer que es colocada en la no natural perspectiva de completa independencia, inmediatamente busca unirse a un hombre, por quien pueda ella dejarse guiar y gobernar. Esto hace referencia a la necesidad de tener señor y amo, aún sin importar la edad, sin importar si es joven, será un amante y si ella es vieja, un cura.
Parerga y paralipomena
Parerga y Paralipómena, fue la última labor que redacto el pensador alemán Arthur Schopenhauer. Esta obra se publicó inicialmente a finales del año 1851, libro que concluyo en un gran apogeo del autor, que a su vez le otorgo fama a Schopenhauer, la cual nunca pudo obtener de forma concisa en el transcurso de su vida.
La obra se desarrolla de la siguiente manera; se basa en escritos secundarios y pensamientos aplazados, o en todo caso, pensamientos disipados, acerca de varios temas, de estructura organizada. Entre los que podemos destacar los axiomas sobre la conciencia del buen vivir, que posteriormente obtendrían fama.
El autor tuvo muchos fracasos editoriales y académicos con sus obras pasadas pero Schopenhauer nunca dejó de creer en sí mismo y en la repercusión que sus obras iban a tener en el futuro. Por eso hacia el final de su vida, este quiso concluir sus obras principales, creando una obra con temas más populares y sin igualación, a lo que ya había escrito, forma de plasmar su pensamiento para el mundo.
Debido al éxito de la obra, tras la muerte del filósofo, la editorial que confió en el al final de su vida, publicó una la segunda edición de la obra, con el eslogan de “segunda edición, optimizada y acrecentada a partir del legado manuscrito del autor.