Ramsés II fue uno de los faraones más famosos, gracias a los hallazgos que perduran luego del fuerte reinado que ejerció como parte de la Dinastía XIX, donde fue llamado El Grande, tras brindar un período de mucho esplendor a Egipto, con su buen desempeño como militar, diplomático y gobernante.
Templo de Ramsés II
La construcción de los templos en Egipto tenían como finalidad representar la casa del Dios Faraón, los cuales debían ser indestructibles en el tiempo. Eran de piedras con materiales duraderos. Allí también los sacerdotes oficiaban sus rituales, y el pueblo sólo tenía acceso a determinadas zonas del templo.El templo Abu Simbel o Ramesseum es un complejo de dos templos realizados en honor a Ramsés II y al amor de su vida la reina Nefertari, su primera esposa y su predilecta.
El Ramesseum, fue construido por orden del Faraón Ramsés II a principio de su reinado. La edificación de estos impactantes lugares duró más de 20 años y fueron descubiertos en 1813, casi enterrados y en peligro de ser arrasados por las aguas de la represa de Asuán.
Ramsés II era un Faraón que adoraba los monumentos, y se creó la leyenda de que se apropió de muchos otros, cuyos creadores fueron otros faraones de Egipto atribuyéndose su creación.
El Templo de Los Millones de Años
Se puede afirmar que el Ramesseum es el que conmemora a Ramsés II, quien lo denominó como el Templo de Los Millones de Años de User-Maat, el cual está unido con la ciudad de Tebas como una herencia del Dios Amón, situado al oeste de la mencionada ciudad egipcia, justo al norte del conocido templo del príncipe heredero del trono, el Faraón Amenhotep III.
El mortuorio de Ramsés II está situado en la zona del triángulo formado por Sheij Abd el Qurna, el Joja y Qurnet Mura, junto al pequeño templo dedicado a su madre Tuya, que fue construido con anterioridad.
Se confirmó que su construcción se inició por los años 22 del reinado de Ramsés II, siendo uno de los más famosos y que conserva sus innovadoras estructuras arquitectónicas, muy modernas para la época. Se caracterizó porque utilizaron la arenisca en sustitución del adobe para la construcción del primer plano. En el segundo pilote sobresalen las escenas de las batallas y en las que aparecen la gran cantidad de hijos del faraón Ramsés II.
Características principales
El templo El Ramesseum está rodeado de varios edificios que son utilizados para almacenes y uso de oficinas sacerdotales. En su totalidad consta de un Primer Pilono, con el Primer Patio y el Palacio Real con sus habitaciones de uso privado. El Segundo Pilono, exhibe el Segundo Patio, con vestíbulo y galerías, Sala Hipóstila, Sala Astronómica o de los barcos, la Sala de las Letanías, El Santuario, los almacenes y el Mammisi.
Cabe destacar que el primer patrio de la construcción del Templo Ramesseum destaca la prominente y famosísima estatua del Faraón Ramsés II, la cual está construida con granito y mide unos 17,5 metros de altura sin usar la base y el templo de Nefertari.
El lugar completo comprende varios edificios que fueron usados como cantera. Todo está colocado encima del suelo de la roca donde se excavaron las tumbas para aquellos fieles funcionarios del Rey. Finalmente, la obra monumental termina con la construcción de una iglesia cristiana para uso de los preados egipcios.
Recientemente, entre los años de 1964 y 1968, los templos de Abu Simbel o templos de Ramsés II, fueron reubicados a 65 metros de nivel más alto, gracias a la ayuda y colaboración del gobierno de Egipto que donó valiosos tesoros y objetos históricos que pertenecieron a Ramsés II, para su admiración y conservación histórica.
Ramsés II y Moisés
La relación entre Ramsés II y Moisés está en la historia y leyendas de los pueblos de Egipto y del mundo. Dos hombres que fueron grandes y famosos, hermanos de crianza y enemigos por religión y poder, durante la edad Media o Siglo I D.C.
En un pueblo lleno de tradiciones arameas, por una parte con profundas raíces cristianas y por la otra con ansias de perdurar para siempre con el poder faraónico en manos de Ramsés II, quien por su reinado y polémica apareció en el Libro del Éxodo, el segundo testimonio escrito del Antiguo Testamento Bíblico, lo acredita como el hombre ms famosos y recordado de todos los tiempos de la edad antigua.
Hermanos de crianza
La relación entre Ramsés II y Moisés nace desde el propio reinado en Egipto, cuando Moisés sale de las aguas y es criado como un príncipe. Crecieron juntos, amándose como hermanos y finalmente odiándose como grandes enemigos, debido a la firme decisión de Moisés de liberar a su pueblo hebreo del poder egipcio a través del poder más grande que representó el mesías o Dios Todopoderoso.
El temor de Ramsés II de perder su poder a través del mesías, lo hacía temblar, por lo que se protegió al tomar la decisión de no dejar que salieran del imperio Egipcio los llamados esclavos.
Moisés conversaba con Ramsés II para que dejara salir a los hebreos de Egipto, pero Ramsés II se negaba a ceder. Hasta que, de acuerdo a la historia contada, la fuerza divina a través de las siete plagas de Egipto acabaría con la prosperidad que por años tenía el Imperio, generando definitivamente la huida del pueblo judío del control severo del Rey Ramsés II.
Esto permitió la destrucción de Egipto para la época y 100 años después termina con su poder faraónico, la conquista del Imperio Romano (Ver Julio César).
Estatua de Ramsés II
Egipto es el país con mayores estatuas y monumentos dedicados a sus antepasados, prueba de ello viene a ser, por ejemplo, la estatua del Gran Coloso de Ramsés II, una escultura faraónica que se encuentra albergada en la localidad de Menfis, una ciudad antigua del Imperio Egipcio.
Esta enorme estatua representa al más grande y famosos de los Faraones que reinaron en la edad antigua en Egipto. Esta estructura fue tallada en piedra silícea, con unos 10 metros de largo, pero que fue encontrada completamente deteriorada en las cercanías del Templo de Ptah.
Deterioro del Coloso
Esta valiosa estatua presenta deterioro en sus piernas, hasta sus rodillas, así como en uno de sus brazos. Fue descubierta por el arqueólogo italiano Giovanni Caviglia en el año de 1820 y estuvo a punto de ser trasladada al Museo Británico.
Sin embargo, por su deterioro y grandes dimensiones de la estatua, ese cambio no se efectuó, construyéndose entonces un museo especial para este coloso en las cercanías de su descubrimiento.
Cabe indicar que en su construcción se tallaron algunos jeroglíficos, entre los cuales uno se ubica en la hebilla del cinturón de la estatua y el otro en el colgante que posee el faraón Ramsés II en el pecho, donde está su nombre. Toda esta obra es digna de admiración por cuanto representa el arte y la dedicación de los artistas del antiguo Egipto en honor a sus dioses faraónicos.
El Coloso de Menfis, como se rebautizó la estatua de Ramsés II, es una obra que representa ejemplarmente la maestría de la auténtica talla del reinado de este faraón, que se destacó por construir monumentos que plasman la historia de su época.
Su estructura aparece como la original, con armoniosos trabajos que enmarcan las líneas y figuras del rey, considerado el Dios Sol de Egipto.
Tumba de Ramsés II
La tumba del más grande de los faraones, Ramsés II, está localizada en el llamado Valle de los Reyes, precisamente en la ribera occidental del majestuoso río Nilo y al norte de los Valles del Luxor, siendo la tumba más amplia de toda el área donde fue construida. Hoy los restos del faraón Ramsés II están protegidos en el Museo Egipcio de El Cairo.
Este monumento presenta características muy especiaesl, desde que se ingresa a ella, hasta su salida. Para poder entrar a la tumba se debe bajar por una pequeña rampa hacia una escalera situada a la izquierda de la entrada, y luego llegar a un lintel que exhibe bellas decoraciones del disco solar, flanqueado por la Diosa Isis y la Diosa Neftis. Ambas tienen muchas formas, como cuando adornaban la cabeza del faraón Ramsés II.
Diosa Isis
La estatua de la Diosa Isis, se encuentra en la tumba de Ramsés II, representando a la diosa que se pierde en el misterio de la oscuridad y cuyo nombre se escribe con el jeroglífico que representa el trono o asiento para el faraón.
Diosa Nefertari
También en la tumba de Ramsés II está la estatua de la Diosa Nefertari, quien representa la parte invisible, oscura, la noche y la muerte que tanto temía Ramsés II. Su nombre significa la Señora de la Casa, o sea el lugar donde vive el Dios Horus y sobre su corona se observa el ideograma de su nombre integrado con una cesta y una casa, o quizá unos cuernos de lira que envuelven el disco solar.
Destacan las variadas escenas de Maat, sentado encima de unas plantas heráldicas de Egipto.
Corredores de la Tumba
Para llegar al primer corredor de la tumba de Ramsés II, hay que descender por unas escaleras que muestran las escenas de la Letanía de Ra, cuando invoca al Dios Solar a través de sus 75 nombres.
En el segundo corredor de la tumba se muestran los pasajes del testimonial Libro de Amduat, donde se detalla el viaje de Ramsés II, montado en su barca solar por el más allá., en sus 12 horas nocturnas y brillando en su renacimiento al nacer el nuevo día.
No hay que dejar de mencionar que la tumba tiene un elemento adicional en una pequeña habitación ritual, con seis metros de profundidad y decoraciones en sus doces divisiones, que representan las horas del Libro de Amduat, detalle que no aparece en ninguna otra tumba perteneciente al Valle de Los Reyes (Ver Jesucristo).
Por otra parte, el Ramesseum cuenta con varias salas y otros misteriosos corredores llenos de admirables decoraciones, que fueron inspiradas en los libros sagrados que se basaron en el Libro de Las Puertas, el de la Apertura de la Boca y en la escalofriante ante recamara, con escenas del capítulo 125 del Libro de Los Muertos.
Biografía de Ramsés II
Hubo importantes periodos en la historia de Egipto, pero sin lugar a dudas la más estudiada ha sido la correspondiente al período de Apogeo, que fue cuando Egipto logró expandirse a través de muchas conquistas encabezadas por los faraones, Tutmosis El Grande y Ramsés II, en los tiempos del Dios Atón.
El Imperio de Egipto posee una antigua cultura que se formó a las orillas del gran Río Nilo, ubicado al extremo noreste de África. Este rio recorre todo el territorio de sur a norte con gran utilidad para los habitantes de sus riberas, quienes se ocupaban de la agricultura, la navegación y la ganadería. Eran considerados los mejores de la época.
Es importante indicar que la cultura egipcia se desarrolló basándose en tres ideas fundamentales, que fueron la idea del alma, el juicio de los muertos y el calendario. Igualmente consideraban que una persona tenía dos partes, el cuerpo y el alma, y que al morir seguiría existiendo por la eternidad. Como era el caso del Faraón.
El Faraón
Etimológicamente la palabra faraón comenzó en la lengua egipcia, luego por el hebreo y el griego, hasta llegar finalmente al latín ante del castellano. Su significado fue Casa Grande, concepto con el cual se designaba a la residencia real y al monarca. El mandato máximo estaba en manos del Faraón, que era el Rey Sol, que tenía todo, era dueño de todo y mandaba en la vida de todos los egipcios. Su voluntad era Ley.
Todos los mortales tenían que rendirle culto y respeto al Faraón, y ninguna persona podía pronunciar su nombre sin anteceder las palabras: que florezcan en él la vida y la salud. A los faraones se los situaba en un plano superior al resto de las personas, y tras su muerte se los dotaba de divinidad y se los empezaba a venerar en los templos como nuevos dioses.
Los Reyes
A través de la historia se ha podido conocer que hubo grandes faraones que se distinguían por su bondad, otros por su espiritualidad y otros por su maldad. Se igualaba al dios Real Horus, otras veces se le consideraba como el Dios Ra o Dios del Sol y después de la muerte entonces eran adorados como Osiris o Dios de los Muertos.
El faraón era el rey de Egipto, y existieron muchísimos a lo largo de toda su civilización. Se habla de muchos faraones repartidos en treinta dinastías o familias reinantes, que se sucedían y permanecieron desde el inicio de su historia hacia el año 3100 A.C., hasta la llegada de los griegos en el año 332 A.C.
El Faraón Narmer fue el primero de egipcio y fue conocido como el fundador de la Dinastía I, así como también como el Faraón Menes. Entre los más famosos estaban por ejemplo, Keops, Tutankamón, Kefrén y Ramsés II. Todos tenían a una Gran Esposa Real, que venía a ser la reina. Aun cuando muchos de ellos contaban con varias mujeres en su harén.
Ramsés II
Se habla mucho de la importancia del Faraón Ramsés II, uno de los faraones más conocidos de la historia de Egipto, debido a múltiples razones como por su templo funerario, su momia o incluso su destacada participación en la batalla de Kadesh.
La historia de este ídolo antíguo envuelve muchos episodios de la egipcia. Se dice que fue el tercer faraón de la XIX dinastía y fue uno de los reyes de Egipto que más tiempo vivió gobernando el imperio, casi unos 66 años.
Su fuerte presencia y dominio de poder, lo caracterizó como “el monarca de los monarcas”, sobre todo con las mujeres de quienes obtuvo por lo menos unos 100 hijos, la mitad mujeres y la otra, hombres. Su larguísima descendencia se observaba en todos los actos del Faraón. Muchos de estos hijos, todos príncipes, fueron enterrados vivos en la tumba del Valle de Los Faraones, conocida como el más grande de los sepulcros monárquicos de Egipto.
El más famoso de los faraones
Todos los hijos e hijas del Faraón Ramsés II fueron concebidos con muchas mujeres, con las cuales se casó. Todos sus descendientes eran príncipes del Imperio Egipcio y a ellas les tenían casi el mismo respeto y admiración como la que profesaban al Faraón.
Mujeres de Ramsés II
Uno de los faraones que tuvo mayor simpatía en todo Egipto fue Ramsés II, afortunado por ser elegido por su padre el Faraón Seti I, para ser criado en la corte de la disciplina y dentro de las exigencias de la autoridad que debía tener el hijo del Faraón, quien heredaría el trono y sería la máxima figura monárquica frente a l pueblo.
La primera y adorada representación femenina para Ramsés II fue su madre, Tuya, quien por instrucciones del Faraón Seti I, se encargaría de criar a Ramsés II para ser el mejor de todo Egipto. Ésta, una vez fallecido el Faraón Seti I, no se apartó del lado de su hijo, hasta llevarlo a ser el hombre en quien se convirtió en la historia de todos los tiempos.
Tuya lo guiaba en todas las decisiones y actos correspondientes, tanto a la vida privada como la pública. Y fue así que Ramsés II se convirtió en el más legendario rey, y el más capaz de la época. Su educación era ejemplar e impresionante, La Reina Tula le enseño muchas cosas, sobre todo las relacionadas con el idioma, la lectura, historia, rituales, religión y muy especialmente sobre comportamiento o etiqueta y diplomacia.
Cuando murió su madre, Ramsés II se convirtió de una figura apacible y bondadosa y a ser más autoritario y dedicado a la política interior del trono. Ya no incursionaba tanto en las guerras y conquistas para obtener nuevas tierras. La muerte de su madre lo transformó, amparándose en la ocupación administrativa de su monarquía
El Faraón Ramsés II tuvo muchas esposas, pero la preferida e inolvidable fue la amada Nefertari con quien tuvo siete hijos descendientes del trono. Sin duda fue el gran amor del Rey, una mujer preparada en casi todas las artes del saber y la diplomacia de la época. Pertenecía a la Dinastía Amarna que era emparentada con la familia rebelde y enemiga de Ramsés II.
Ramsés II y Nefertari se conocieron siendo ambos muy joven, se vieron y empezaron a buscar el matrimonio. La adversidad los acompañaba por las pugnas existentes entre ambas familias. Pero aun así el faraon Ramsés II valientemente decidió unirse en matrimonio con la bella princesa, familia del hereje Akhenaton. Este era de la Dinastía Amarna quien debía ser exterminada de todo Egipto.
Durante el reinado 25 de Ramsés II, muere la reina Nefertari, haciendo pedazos el corazón del poderoso rey, quien a pocos meses de la muerte de su madre Tuya, ordenó enterrar al gran amor de su vida, junto a su madre, en una de las más hermosas, ricas y grandes tumbas situadas en el Valle de Las Reinas.
https://www.youtube.com/watch?v=2avM0yJhDzQ
No tan solitario
No tan solitario, pero con un inmenso dolor en su alma, Ramsés II comparte sus días de tristeza con su otra esposa Isetnofrer, a quien no quería, pero disfrutaba de su compañía, sobre todo para olvidar a su amada Nefertari. Esta linda y delgada mujer le dio cinco hijos, pero entre ellos estuvo quien al final fue el heredero del faraón, el decimotercero de los príncipes, Merneptah, quien cuando se coronó era un hombre mayor y reinó sólo 10 años.
En la Antigüedad la existencia de las medicinas era completamente escaza, motivo por el cual la mayoría de las personas se morían pasados los 35 años, como edad promedio. Por esta causa muchos de los hijos de Ramsés II se murieron antes. Todos ellos trataban de imitar a Ramsés II, lo cual le era muy difícil, a pesar de llamarse todos Ramsés en honor al faraón padre.
Ramsés II no se quedó solitario ya que no se alejaba de su harén, uno de los más grandes en toda la historia de los faraones de Egipto. Por el contrario, fue uno de los faraones que más visitaban a sus amantes con quienes procreó doscientos hijos.
Después de la muerte de sus dos grandes mujeres, Ramsés II, siguió representando al más importante de los faraones de dicha época. Era dinámico, brillante, innovador, rico y con enormes ambiciones de poder. No tanto como con la energía que le daban sus dos mujeres desaparecidas, pero sin con ganas de seguir siendo el más poderoso de todos los tiempos.
Entre las parejas favoritas del faraón destacaban la bella Maathorneferure, la tierna Suterey y la paciente Henutmire. Lo que si es cierto y quedo plasmado en la historia de este famoso rey, que las muertes de sus dos amores lo transformaron completamente para el resto de su vida, y ya no volvió a ser el mismo de antes.
Muerte de Ramsés II
Cuenta la historia que el rey Ramsés II era un hombre muy atractivo, alto y de postura firme y corpulenta. Tenía los ojos negros y un rostro delicado y varonil. Era de pelo rojizo, característica que hizo que le llamaran Dios Seth.
Este carismático rey sobrevivió a varios de sus hijos, para morir casi a los 67 años de reinado y cuya momia fue descubierta en el año 1881, junto a otras momificaciones reales en el escondite Deir el-Bahari.
Se dice que antes de su muerte, el Faraón Ramsés II presentaba serias enfermedades relacionadas con artritis que le afectaban la columna, gingivitis con dolores en las encías, abcesos dentales, presentando al momento de su muerte, grandes dolores causados por una infección que lo afecto en su último momento de vida.
El gran número de bacterias y hongos acumulados por tanto tiempo, hicieron que la momia de Ramsés II se deteriorara, al extremo que en el Museo del Cairo, donde reposan sus restos, se pudo comprobar que la misma presentaba un peligro para su propia conservación. Y fue así que gracias al tratamiento de irradiación por medios controlados con rayos gamma, se pudo resolver el problema que mantiene bien a la momia de Ramsés II.
https://www.youtube.com/watch?v=lwKtNQh8SE8
Batalla famosa
Ramsés II era de corazón conquistador y fue así que libro muchas batalles, entre las cuales se puede nombrar, por ejemplo, la batalla de Kadesh, donde luchó fuertemente para derrotar al temible Rey hitita. Se dice que la lucha fue salvaje ya que los enemigos de Ramsés II tenían un fuerte y bien entrenado ejército que casi lo derrota. Lograron salir empate, retirándose los dos enemigos del terreno de batalla sin lograr los objetivos trazados.
Se reseña en la historia que esta lucha inmortalizó a Ramsés II, quien mató a muchos soldados hititas, con la ayuda del Dios Amón. Lo anormal del hecho es que días después de esta enfurecida pelea de Kadesh, tanto el rey Ramsés II como el Rey Luxor se reunieron en tierra neutral para firmar un tratado de paz entre ambos reinados. Este acto es considerado como el primer tratado internacional que se conoce en todos los escritos encontrados por los historiadores de Egipto y sus faraones.
Fueron numerosas guerras la realizadas por Ramsés II, pero al final y con más años, entró en una etapa de su vida caracterizada por ser pacificador, dedicándose a ordenar la construcción de muchos monumentos, siendo los más conocidos, el Rameseum o templo funerario y el templo Abu Simbel, excavado en la roca de un enorme acantilado situado en la región, al sur de la catarata del mismo nombre, Nubia.