Alfonsina Storni fue una de las más importantes poetas de Argentina y Latinoamericana del modernismo período. Storni practicó como maestra en diversos centros educativos, y redacto sus poesías y algunas obras de teatro en este período. Su parrafeo es feminista y, según la crítica, ostenta una singularidad que dio otro sentido a las letras de Latinoamérica.
Algunos escritores fraccionan su obra en dos partes, una de tajo romántico, que presenta el tema a partir del punto de vista erótico y sensual y pauta antipatía hacia la figura del varón, y una segunda fase en la que deja de lado la pasión y afronta el tema desde un punto de vista más incierto y recogido.
Biografía de Alfonsina Storni
Storni nació en Sala Capriasca, Suiza, el 29 de mayo de 1892, de padres italo suizos. Antes de su nacimiento, su padre había comenzado una cervecería en la ciudad de San Juan, Argentina, produciendo cerveza y refrescos. En 1891, siguiendo el consejo de un médico, regresó con su esposa a Suiza, donde Alfonsina Storni nació al año siguiente y vivió hasta los cuatro años.
En 1896 la familia regresó a San Juan, y unos años más tarde, en 1901, se mudó a Rosario. Allí su padre abrió una taberna, donde Storni trabajó haciendo una variedad de tareas. En 1907, se unió a una compañía de teatro itinerante que la llevó por todo el país. Con ellos se presentó en Henrik Ibsen ‘s Espectros, Benito Pérez Galdós ‘ s la loca de la casa, y de Florencio Sánchez Los muertos.
En 1908, Storni regresó a vivir con su madre, que se había vuelto a casar y estaba viviendo en Bustinza. Después de un año allí, Storni fue a Coronda, donde realizó estudios que conducirían al empleo como maestra de escuela primaria rural. Durante este período también comenzó a trabajar para las revistas locales Mundo Rosarino y Monos y Monadas, así como para el prestigioso Mundo Argentino.
En 1912 se mudó a Buenos Aires, buscando el anonimato de una gran ciudad. Al año siguiente nació su hijo Alejandro, el hijo ilegítimo de un periodista en Coronda. Sosteniéndose con la enseñanza y el periodismo periodístico, vivió en Buenos Aires, donde las dificultades económicas y sociales que enfrentaban las crecientes clases medias de Argentina estaban inspirando a un cuerpo emergente de activistas por los derechos de las mujeres.
En 1911 se reubicó en Buenos Aires, transportando consigo sus pocas posesiones. Abordó a la estación del ferrocarril del Norte que es en la actualidad Retiro y se albergó en una pensión hasta el año siguiente. El 21 de abril de 1912 dio a luz su hijo Alejandro, sin padre acreditado. El parto se llevó a cabo en el hospital San Roque que hoy es el Hospital Ramos Mejía. Más tarde madre e hijo se tuvieron que mudar a una casa compartida con un casamiento.
Reposó unos meses y en 1913 obtuvo un trabajo de cajera en una droguería y a continuación en el comercio “A la Ciudad de México”. Cumplió algunas asistencias en la revista Caras y Caretas, se presume mediante representación. La retribución era de veinticinco pesos. Asimismo, leía todos los avisos que brindaban empleos hasta que acertó una solicitud de “corresponsal psicológico” que contara con redacción propia.
La empresa interesada se llamaba “Hermanos Freixas”, y se proponía a la importación de aceite. Se presentó a la audiencia laboral siendo la única mujer entre cien hombres postulados habiendo insistir firmemente para que le admitieran ser evaluada. El examen se fundamentó en la composición de una carta comercial y dos avisos propagandísticos, uno de yerba mate y otro de aceite de la firma. Al pasar unos días le comunicaron que era la preferida. Por ser mujer, su salario fue de doscientos pesos cuando al preliminar empleado le costeaban cuatrocientos. (ver articulo: Michael Jackson)
A pesar de las dificultades económicas, publicó La inquietud del rosal en 1916, y más tarde comenzó a escribir para la revista Caras y Caretas mientras trabajaba como cajera en una tienda. Storni pronto se familiarizó con otros escritores, como José Enrique Rodó y Amado Nervo, y estableció amistades con José Ingenieros y Manuel Ugarte.
Su situación económica mejoró, lo que le permitió viajar a Montevideo, Uruguay. Allí conoció a la poeta Juana de Ibarbourou, así como a Horacio Quiroga, con quien se convertiría en gran amiga. Su libro de 1920 Languidez recibió el primer Premio Municipal de Poesía y el segundo Premio Nacional de Literatura.
Fue designada como titular en una asignatura del Conservatorio de Música y Declamación, además fue instructora de castellano y Aritmética en una escuela de Bolívar y conjuntamente fue habilitada por el doctor Noel como directora del Teatro Infantil Municipal, una medida que los medios de prensa calificaron como atinada.
En este período elaboró sus teorías sobre de la analogía entre hombres y mujeres con el objetivo de volverlo en una obra teatral; el resultado se vio expresado el 20 de marzo de 1927 cuando se inauguró su obra de teatro “El amo del mundo”, que estimulaba las expectativas del público y de la crítica. El día de apertura asistió el presidente Alvear cortejado de su esposa, Regina Pacini. La función no gozó una buena crítica, y a los tres días tuvo que descartarse del cartel, lo que indujo una indignación en Alfonsina Storni.
Ella enseñó literatura en la Escuela Normal de Lenguas Vivas, y ella publicó Ocre. Su estilo ahora mostraba más realismo que antes, y un tema fuertemente feminista. La soledad y la marginalidad comenzaron a afectar su salud, y el empeoramiento de los problemas emocionales la obligó a dejar su trabajo como maestra. (ver articulo: Marilyn Monroe)
Trips to Europe cambió su escritura al ayudarla a perder sus antiguas modelos y alcanzar un lirismo más dramático, cargado de una vehemencia erótica desconocida en aquellos días, y nuevos pensamientos feministas en sus obras como Mundo de siete pozos de 1934 y Mascarilla y trébol de 1938.
Fue determinada con cáncer de mama, del cual tuvo una intervención quirúrgica. A pedido de un contorno periodístico se cometió un estudio de quilología, cuyo análisis no fue acertado. Esto la desmoralizó, induciéndole un cambio fundamental en su carácter y llevándola a suprimir los procedimientos médicos para combatirla.
Un año y medio después de que su amigo Quiroga se suicidara en 1937, y atormentada por la soledad y el cáncer de mama, Storni le envió su último poema, Voy a dormir al periódico La Nación en octubre de 1938. Alrededor de la 1:00 AM del martes, 25 de octubre, Alfonsina Storni salió de su habitación y se dirigió hacia el mar en la playa de La Perla en Mar del Plata, Argentina. (ver articulo: Diana de Gales)
Más tarde esa mañana dos trabajadores encontraron su cuerpo varado en la playa. Aunque sus biógrafos sostienen que saltó al agua desde un rompeolas, la leyenda popular es que lentamente se fue al mar hasta que se ahogó. Su muerte inspiró a Ariel Ramírez y Félix Luna a componer la canción «Alfonsina y el Mar».
La historia oficial expresó que ella acabo arrojándose del malecón del Club Argentino de Mujeres. Alfonsina pensaba que el suicidio era una deliberación otorgada por el libre albedrío, y así lo tenía expresado en un poema diligente a su amigo y amante, el igualmente poeta inmolado Horacio Quiroga. Su cuerpo fue velado originalmente en esa localidad balnearia y posteriormente en Buenos Aires. En la actualidad sus restos se hallan sepultados en el cementerio de la Chacarita.
Poemas de Alfonsina Storni
Storni publicó algunos de sus primeros trabajos en 1916 en la revista literaria La Nota de Emin Arslan, donde fue era copartícipe indisoluble desde el 28 de marzo hasta el 21 de noviembre de 1919. Sus poemas «Convalecer» y «Golondrinas» » Fueron publicados en la revista.
Ella fue la ganadora del Primer Premio Municipal de Poesía y el segundo Premio Nacional de Literatura por su libro Languidez. Storni tuvo varias fases de escritura en el transcurso de su carrera, la primera desde 1916 hasta 1920, una segunda desde 1925 hasta 1926, y una tercera desde 1934 hasta su muerte en 1938. En la época de Storni, su trabajo no se alineó con un movimiento particular o género.
No fue hasta que los movimientos modernistas y de vanguardia comenzaron a desvanecerse que su trabajo parecía encajar. Fue criticada por su estilo atípico, y ha sido etiquetada con más frecuencia como escritora post moderna. Solo en 1919, Storni escribió seis historias cortas, dos novelas y una serie de ensayos. La publicación de Languidez siguió al año siguiente, cerrando un período de escritura y abriendo otro.
Cinco años más tarde, ella fue la autora de Ocre durante un período de transición que cambió su tono de ironía que caracterizaría sus siguientes trabajos. La primera poesía de Storni recibió críticas por ser inmaduro y principiante, aunque estas obras se encuentran entre las más conocidas y consideradas. (ver articulo: Mario Benedetti)
El erotismo y los temas feministas en sus escritos también recibieron duras críticas, pero a medida que pasó el tiempo, los críticos notaron que su trabajo maduró y se desarrolló. Después de casi ocho años de ausencia en la escena de la escritura, regresó con dos libros, Mundo De Siete Pozos y Mascarill Y Trébol, que ahora marcan el punto más alto de su madurez poética.
Entre sus obras de poesía más destacadas tenemos:
- La inquietud del rosal, de 1916.
- El dulce daño, de 1918.
- Irremediablemente, de 1919.
- Languidez, de 1920.
- Ocre, de 1925.
- Mundo de siete pozos, de 1934.
- Mascarilla y Trébol: círculos imantados, de 1938.
- Morir sobre los campos, de 1918
- Dos palabras, sin fecha establecida.
- El hijo, sin fecha establecida.
Frases de Alfonsina Storni
Alfonsina Storni tuvo una repercusión breve pero de gran impacto en lo que respecta a su vida y su obra, cada uno de sus escritos y poemas contenía frases de profundo pensamiento y reflexión, que hoy en día se recuerdan en lo que se asocia como la literatura latinoamericana, a continuación tenemos algunas de sus más recordadas frases:
- Sólo el hombre, pequeño, cuyo humano latido en la tierra es un sueño, ¡Sólo el hombre hace ruido!
- Gimen porque nace el sol. Gimen porque muere el sol…Todo está allí, apretado en la cuenca, donde, pájaro quieto, aguarda.
- ¿Cómo decir este deseo de alma? Un deseo divino me devora; pretendo hablar, pero se rompe y llora esto que llevo adentro y no se calma.
- Selvas tengo en el corazón; árboles gruesos prietos de ramas; yuyos, retamas, flores de malvón, pájaros en las ramas, todo eso tengo en mi corazón.
- La primavera dulce que me enseñara a amarte, la primavera misma que me ayudó a lograrte.
- Seré en tus manos una copa fina pronta a sonar cuando vibrarla quieras… Destilarán en ella primaveras, reflejará la luz que te ilumina. Seré en tus manos una copa fina.
- Que un no ser, que es un más ser, doblado, prendido estás aquí y estás ausente por praderas de magias y de olvido.
- Tus manos, heridas de intrincados caminos, son la historia de una raza de amadores.
- Mariposa ebria, la tarde, giraba sobre nuestras cabezas estrechando sus círculos de nubes blancas hacia el vértice áspero de tu boca que se abría frente al mar alineando sus blancos lobeznos.
- Y yo no tendré miedo de morenas ni rubias, pues cerraré los ojos y te diré: soy tuya
- ¿De qué desierto antiguo eres memoria que tienes sed y en agua te consumes y alzas el cuerpo muerto hacia el espacio como si tu agua fuera la del cielo?
- Vueltas y vueltas doy por esas calles; por donde quiera, me siguen las paredes silenciosas, y detrás de ellas, en vano saber quiero si los hombres mueren o sueñan.
- Bravo león, mi corazón tiene apetitos, no razón.
- Sé la frase que encanta y que comprende, y sé callar cuando la luna asciende Enorme y roja sobre los barrancos
- Una fase brutal te corta el paso y aún rezas y no sabes si el que empuja te arrolla sierpe o ángel se despliega.
- Sobre los tanques frescos de los sapos los grillos mueven verdes batallones.
- Ah, me resisto, mas me tienes toda, tú, que nunca serás del todo mío
- Tengo deseos de que mi todo, a un tiempo sea cristal y lodo, paloma y cuervo, llama y alud
- ¡Pobrecitas y mansas ovejas del rebaño! No temáis a la loba, ella no os hará daño. Pero tampoco riáis, que sus dientes son finos ¡Y en el bosque aprendieron sus manejos felinos!
- Cuando sobre tu pecho mi alma fue apaciguada, y la dulce criatura, tuya y mía, deseada, yo puse entre tus manos toda mi fantasía.
Alfonsina Storni y sus obras
Su literatura es feminista, indagaba en ella la equivalencia entre el hombre y la mujer, y según la diatriba con una singularidad que transformo el sentido de las letras de América latina, algunos fraccionan su obra en dos partes, una de tajo romántico, que presenta el tema a partir del punto de vista erótico y sensual y pauta antipatía hacia la figura del varón, y una segunda fase en la que deja de lado la pasión y afronta el tema desde un punto de vista más incierto y recogido.
En lo que respecta a Alfonsina Storni y las características de sus obras, la crítica literaria la clasifica en tardo romántica a los textos publicados entre los años 1916 y 1925 y a partir de Ocre se localizan rasgos de vanguardismo y algunos recursos como anti soneto. Sus letras manifiestan además el sufrimiento que soportó durante la mayor parte de su vida, pauta la espera del punto final de su vida y lo pronuncia mediante el dolor, miedo y otras locuciones.
A su vez, luego de fallecer, surgieron algunas obras inéditas, que están en una categoría Post mortem:
1938 – Antología poética
1950 – Teatro infantil
1968 – Poesías completas
1998 – Nosotras y la piel: selección de ensayos
Alfonsina Storni monumento
El 18 de noviembre se efectuó un acto de conmemoración en la Universidad de Montevideo, instaurado por la Sociedad Arte y Cultura Popular. Juana de Ibarbourou remitió unas palabras, María V. de Muller pronunció que se había ido a una amiga irreemplazable, Eduardo J. Couture razonó Voy a dormir y el poeta Carlos Sabat Ercasty preparó un soneto. (ver articulo: Soren Kierkegaard)
El 21 de noviembre de 1938 el Parlamento de la Nación le estableció un miramiento con un discurso del senador Alfredo Palacios, el cual se centralizó en el argumento social para explicarse con refulgencia. En la costa de Mar del Plata, en la playa La Perla, se erige un monumento realizado por el escultor Luis Perlotti, que es utilizado como lugar de peregrinación y de escritura de grafitis.
El monumento a Alfonsina Storni está situado cara al mar, en la avenida costanera Peralta Ramos de La Perla, adonde la famosa poetisa se suicidó. Fue creado en 1942, y la imagen tallada en la piedra está asistida por los versos del poema «Dolor», escrito por la escritora en 1925. Un equivalente reconocimiento se le ha realizado en otra localidad costera de la provincia de Buenos Aires, Santa Teresita, donde una estatua de su figura fue implantada en la Avenida Costanera y calle 30.
Su muerte inculcó la inspiración para la copla “Alfonsina y el mar”, de Ariel Ramírez y Félix Luna, que ha sido cantada por incontables músicos de habla española, enfatizándose la interpretación de Mercedes Sosa y la versión de Chabuca Granda. El conjunto de música celta Bad Haggis igualmente grabó una canción llamada “Templo de agua”, iluminada en el suicidio y compuesta e interpretada en contribución con el panameño Rubén Blades.
Asimismo los compositores argentinos Saúl Cosentino y Juan María Solare han tocado y cantado varios poemas suyos. A partir 1996, la actriz Amelia Bence la interpreta en obras que realizo en numerosos teatros latinoamericanos, interfoliando poesía y música. Ella fue estudiante de Storni en el Teatro Infantil Lavardén durante la década de 1920. (ver articulo: Whitney Houston)
Con atribución de la celebración de la septuagésima conmemoración de su muerte, la Asociación Mujeres en el Arte de Valencia en cooperación con O2 Project dispuso rendirle un tributo a la poeta, para lo cual se ejecutaron una serie de conciertos en Nueva York, Luxemburgo, Bremen y Buenos Aires entre enero y julio del año 2009 con trabajos musicales afirmados en sus textos.
Actualmente varias calles tienen su nombre en localidades de Argentina, por ejemplo en el barrio porteño de Saavedra, en el distrito Paso Piedras de Junín, en Rosario, en Concepción del Uruguay y por obviamente en la localidad de su deceso, Mar del Plata.
Premios Alfonsina Storni
Alfonsina Storni emprendió y frecuento los módulos literarios de su época y dictó platicas en Buenos Aires y Montevideo; además colaboró en las revistas Caras y Caretas, Nosotros, Atlántida, La Nota y en el diario La Nación. Cooperó asimismo con la vida artística y educativa del grupo Anaconda, con Horacio Quiroga y Enrique Amorín y conquistó varios premios literarios.
- Premio Anual del Consejo Nacional de Mujeres por: «El Canto de los Niños» en 1917.
- Premio Nacional de Literatura en 1921.
- Primer Premio Municipal de Poesía en 1925.
Su libro Languidez de 1920 fue el que le atribuyo los dos últimos premios mencionados, lo que la colocaba muy por encima de sus pares y contrincantes de su época, logrando consolidarse con estos dos. (ver articulo: Truman Capote)
Alfonsina Storni y Horacio Quiroga
Horacio Quiroga le encomendó en una carta a José María Delgado cruzar hacia Buenos Aires para conocer a Alfonsina Storni y dialogar sobre su poesía; asimismo, empezó a asistir al cine con Alfonsina y los hijos de ambos y en una ocasión en una tertulia en una casa de la calle Tronador, donde se congregaban los ensayistas de la época, ahí juguetearon a las prendas, residiendo en que Alfonsina y Horacio habían de besar al mismo tiempo las caras de un reloj de bolsillo que aguantaba Horacio.
Este ágilmente quito el reloj en el instante que Alfonsina Storni se acercaba a sus labios concluyendo en un beso, suceso que no le causó mucha gallardía a su madre, quien se hallaba presente. Quiroga la mencionó continuamente en sus cartas entre los años 1919 y 1922 pero no se conoce a ciencia cierta la conservación y el argumento de la relación. La referencia del escritor la subraya en un grupo donde no había otras ensayistas.
En sus notas a su amigo José María la alude con respeto por su obra y la presenta como su semejante y en un mensaje que el grupo Anaconda viajaba a Montevideo la lista la precedia Alfonsina sin el apellido, una manifestación de la cordialidad mutua. Por otro lado, en un repaso del 11 de mayo de 1922 de una visita para días postreros, informó que viajaría con sus hijos y con ella y expresaba comer todos juntos.
Conjuntamente, Emir Rodríguez Monegal, historiador de Quiroga, atestiguó el relato de Emilio Oribe, poeta uruguayo que expresó que Quiroga esperó a Alfonsina a la salida de unas platicas que dio en la Universidad probablemente sobre la poesía de Delmira Agustini. Quiroga no pretendió concurrir a este hecho pero la esperó a Alfonsina a la salida; ella salió cubierta de un sombrero de paja que asombró a los habitantes del barrio contiguo al puerto.
Alfonsina seguía a Quiroga al cine, a las pláticas literarias y a escuchar música, los dos se deleitaban con Wagner. Continuamente viajaron a Montevideo y se retrataron juntos, donde parecen alegres. Los viajes se efectuaron porque Quiroga fue anexado del Consulado uruguayo y continuamente lo hacía escoltado de intelectuales femeninas.
Cuando Quiroga marchó a Misiones en 1925 ella no lo siguió por recomendación de Benito Quinquela Martín, quien le expresó: “¿Con ese loco? ¡No!”. De esa forma el escritor viajó solo a San Ignacio, abandonando su departamento al uruguayo Enrique Amorim. En esa morada Alfonsina Storni se desplegó en una ocasión para pedir noticias de Quiroga, que no escribía.
Esta travesía duró un año y a su retorno Quiroga restituyó la amistad con Alfonsina tras una reunión en una casa que tenía arrendada en Vicente López, donde se ojearon sus creaciones y, más tarde, salieron al cine y a algunos conciertos brindados por la Sociedad Wagneriana. Esta relación se terminó en 1927, cuando el escritor conoció a María Elena Bravo y retrajo su segundo matrimonio.
Jamás se supo si él y Alfonsina fueron amantes, ya que no emprendían el tema del amor como tales. Sí se sabe que ella valoraba a Quiroga como un amigo que la entendía, al que le tributó un poema cuando él se suicidó, diez años después, que predijo su propio final.
Alfonsina Storni Alfonsina y el mar
Alfonsina y el mar es una canción de estilo zamba formada por el pianista argentino Ariel Ramírez y el ensayista Félix Luna, anunciada por inaugural vez en el disco de Mercedes Sosa “Mujeres argentinas”, de 1969. La canción fue divulgada en formato de simple de 33 y 1/3 por Philips en 1969. El lado “A” incluía «Alfonsina y El Mar» al mismo tiempo que el lado “B” contenía el aire de cueca nórdica «Juana Azurduy», igualmente perteneciente al álbum «Mujeres Argentinas».
La canción es un tributo a la poetisa de la misma procedencia Alfonsina Storni, que se suicidó en el año 1938 en Mar del Plata, brincando al agua desde un muelle, no obstante, según la canción, se adentró suavemente en el mar. Este enlace ha originado un rumor muy extenso pero errado, según el cual la letra de la tonada fue inicialmente la carta de suicidio de la poetisa, vuelta música más tarde por los autores de la samba.
Sin embargo Ariel Ramírez no pudo conocer verdaderamente a la poetisa, ésta fue discípula del padre de Ariel, Zenón Ramírez, que transfirió a su hijo la tragedia de Storni. Deslumbrado por estas memorias y por las poesías de Storni, que le trajo Luna, Ramírez formulo la música y Luna contribuyó después con la letra.